POEMAS , RELATOS Y RECETAS.

sábado, 20 de marzo de 2010

LAS SONAJITAS DE ORO















Érase  una  vez una niña que vivía en Baños de la Encina, un pueblecito de la provicia de Jaén, un día por su cumpleaños un tío lejano le regaló unas sonajitas de oro, con las que estaba todo el día jugando,  sonándolas y cantando.
Su madre le dijo ten cuidado no las vallas a perder solo juega con ellas aquí en la casa que es un objeto de mucho valor, pero como era hija única y estaba mal criada no le hacía caso a su madre y las llevaba a todos los lados regresando al anochecer.
Una tarde que su madre iba a la fuente a por agua se empeñó en ir con ella y llevarse cómo no, sus sonajitas, allí había más niñas  con sus madres,  que llenaban cántaros de la fuente para llevar agua a su casas, ya que en éstas no había, y empezó a jugar con ellas dejando las sonajitas olvidadas en la fuente, al llegar a su casa se dio cuenta que se les había olvidado y regresó corriendo a por ellas, cuando llegó ya todos se habían ido y había un hombre extraño sentado en la fuente al que le preguntó.
_Señor ¿ha visto por aquí unas sonajitas de oro? 
_Es que se me han quedado olvidadas.
_Sí niña, las tengo yo aquí en este saco.
_ ven a cogerlas
Al acercarse la niña el hombre del saco la empujó y la metió dentro, llevaba varios días merodeando por el pueblo y había oído cantar a la niña e ideó un plan para sacar dinero con ella.
Salió corriendo del pueblo y amenazó  a la niña diciendo
_ Cuando yo te dé unos golpes y te diga que cantes, tu  empiezas a cantar como tu sabes y lo que quieras y a sonar las sonajas .
"Mariqilla canta, canta, que si no te doy con la palanca"
A lo que ella le respondía, con dulce voz y haciendo sonar la sonajitas.

"Madre mía yo cantaré
con las sonajitas de oro
que en la fuente me dejé"

Empezó a ir de pueblo en pueblo se ponía en las plazas diciendo
_Tengo un saco que canta.
y dando con la palanca al saco este se ponía a cantar

"Madre mía yo cantaré
con las sonajitas de oro
Que en la fuente me dejé"

Recorrió varios pueblos, la gente por curiosidad de acercaban y les daban monedas de céntimos, que luego el se gastaba en la taberna más cercana, a María solo la sacaba para darle un poco de pan y agua y que hiciese sus necesidades.
Un día paró en una taberna, para emborracharse como de costumbre y le dijo a la dueña.
 Cuidarme el saco que voy a dormir un poco que estoy cansado.
La mujer que por la mañana había visto al hombre en la plaza rodeado de niños le picó la curiosidad y abrió el saco encontrándose a la niña toda sucia y flaca, Mariquilla le contó la historia de por que estaba allí y la mujer compadecida la sacó prometiéndola ayudarla a regresar junto a sus padres.
Llenaron el saco de piedras y cuando regreso el tío de saco, porque asi era como se le conocia, a por él se lo dio sin que éste sospechara nada, al rato le dio con la palanca al saco diciendo la frase según él, mágica para que el saco empezase a cantar.

"Mariquilla canta, canta que si no te doy con la palanca"

Dio varias veces al saco y viendo que no cantaba se enfadó diciendo en medio de su borrachera.
_ Como hoy no has cantado te tiraré al pozo, al tirar el saco se cayó él junto con el saco y murió ahogado,
Mariquilla regresó a su pueblo y aprendió la lección, le haría caso a sus padres de que nunca estaría al anochecer en la calle ni hablaría con extraños.

"Y aquí se acaba este cuento de sal y pimiento y un poquito de alcaravea , para que esta noche no te peas "
y colorín colorado este cuento se ha acabado
Siempre terminaba mi madre con esta frase.

El tío del saco siempre nos asustaban con él 
_Come que si no viene el tío del saco.
 _No vengas tarde, no valla a estar esperando el tío del saco.
Frases populares por aquellos años 60.

Esta es la verdadera historia del tío del saco con el que nos asustaban a los niño y aun hoy se sigue escuchando...

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