Un sevillano en Sevilla
Siete hijos le dio Dios
Y tuvo la mala suerte
y ninguno fue varón
Pero a la más chiquitita
De irse a servir al rey
Vestidita de varón
Al montar en el caballo
La espada se le cayó
Por decir, maldita sea
Dijo: maldita sea yo.
El Rey que la estaba oyendo
De amores se cautivó
Madre los ojos de Marcos
Son de hembra, no de varón
Convídala tú, hijo mío
A los ríos a nadar
Que si ella fuese hembra
No se querrá desnudar
Toditos los caballeros
Se empiezan a desnudar
Y el caballero Don Marcos
Se ha retirado a llorar
Por qué llora Vd. Don Marcos
Por qué debo de llorar
Por un falso testimonio
Que me quieren levantar
No llores alma querida
No llores mi corazón
Que eso que tú tanto sientes
Eso lo deseo yo
Y aquí se acaba la historia
Que acabó en un gran amor
De la doncella guerrera
Vestidita de varón
Encarna hija mia , eres un arca de sabiduria, cuanto sabes.Preciosa la historia.
ResponderEliminarUn abrazo que te dare muy pronto si Dios quiere.
En la aceituna, se cantaban estas canciones, ibas todo el día cantando, era tan diferente el modo de coger aceituna a como se hace hoy, ahora solo de oyen el ruido de las sopladoras , las abareadoras automáticas, a mí me gustaba ir siempre con las mujeres mayores, siempre aprendias más cosas que la jóvenes de mi edad, entre ellas estas canciones que aquí pongo, en fin todo evoluciona y otras me las enseñaba mi abuela, supongo que heredadas a la vez de su madre
ResponderEliminarDigo lo que Tremendita eres de verdadera narradora
ResponderEliminarcuanto sabes guapa
Un abrazo afectuoso, para Flori y para ti.
EliminarHola Encarnita, preciosa coplilla que cantaban nuestras abuelas,
ResponderEliminarpor suerte tu las recuerda para que no se queden en el olvido. Un beso
Muchas gracias.
EliminarEso es lo que pretendo, que no quede en el olvido, aquellas canciones que me cantaba mi abuela, recetas de ella vy mi madre, y viejos y nuevos poemas, que sin entender de prosa, ni ser poeta, te aseguro que tal cual lo pienso, lo escribo.
Otro beso grande para ti.