POEMAS , RELATOS Y RECETAS.

martes, 24 de febrero de 2015

EL REFUGIO 2

Y llego el final, al fin se empezó a decir por el pueblo que la guerra había terminado, empezaron a venir soldados maltrechos, con barbas de muchos meses sin afeitar, ropas echas guiñapos y a saber desde cuando no se habían lavado o comido.
Luego fueron llegando cartas oficiales dando la noticia de la muerte de muchos de ellos, otras cartas donde les obligaban a entregar las armas y entregarse ellos, para encacelarlos o ejecutarlos, ahora es cuando empezaba la guerra particular de muchas familias, para combatir cada día esas ausencias para siempre.
Ana esperaba con anhelo la llegada de Juan, a veces con ilusión, otras con desespero, temblaban al oír llamar a la puerta y sentir la palabra "CARTERO" al fin llego una carta a su madre donde le daba el ultimátum de presentarse en el cuartel en cuanto llegara al pueblo, estaba en busca y captura.
Pasaron muchos meses sin tener noticias, el pueblo parecía sonámbulo, esa alegría de hacia cinco años se había  perdido, la gente se saludaban, una veces con mirada de pena, otras con rencor, ya no era el mismo ni las mismas gentes de antaño, donde todo el pueblo era una piña, para las fiestas, la Semana Santa, fechas tradicionales, ese año apenas hubo procesiones y pocos penitentes.

Estaba asomada a la puerta viendo pasar a la Virgen, cuando un penitente se paro a su lado, le hizo un gesto que ella entendió perfectamente, esa mirada solo podía ser la de Juan, se escabullieron de entre la gente.
En la parte de los portones a oscuras se abrazaron, no podía creer que estaba allí, en pocos minutos idearon todo, el se quedo esperando en la penumbra de la noche, ella corrió a su casa para abrirle el portón.

Nadie debía saber nada, ni su madre, ni  hermanas, Juan paso a ser un inquilino invisible mas de la casa, dentro de aquel refugio, ella aprovechaba cuando estaba sola para bajarle comida, ropa de su padre limpia, que luego ella lavaba escondía entre la canasta que iba llenando de casa en casa para ganarse unas cuantas pesetas, lavándola en el río y luego planchándola.

Se veían tan poco estando tan cerca, solo minutos, a veces segundos, donde quitando el baúl alzaba la trampilla para darle sustentos y cerraba rápido.
Lo peor era encontrarse con su madre, la abrazaba y le preguntaba si sabia algo de su hijo y su respuesta era siempre la misma
_NO.
Pasaron  meses, el refugio se fue acomodando aL único habitante que vivía entre sus paredes, unas velas, algún libro, jabón, navaja de afeitar, una palancana, un cántaro con agua, mantas...
Pocos eran los ratos que pasaban juntos y un día,,,Su madre la descubrió abriendo la trampilla y hablando bajito, lloró, imploro que no dijera nada que estaba en busca y captura, su madre le ayudo en su secreto, pero con un miedo atroz, por ella y por su hija, en el pueblo se habían dado casos que por encubrir  a familiares se habían llevado presas a madres, hermanas, hijas, las habían rapado el pelo, las pasearon por el pueblo, incluso les metieron cañas finas entre las uñas y la carne para hacerlas hablar, era casi peor la posguerra que el guerra en si, no había comida, en las cartillas de racionamiento te daban lo justo, había hambruna, morían niños escacidos, los que superaban los tres años ya se decía que se habían librado de la muerte, el sarampión hacia estragos, la polio y muchas enfermedades.
Ana y Juan empezaron a verse algo mas, cuando sus hermanas se iban a servir a las grandes casonas desde el amanecer hasta casi entrada la noche, su madre se las ingenio para que ella, solo trabajara por la mañana al servicio de un hombre mayor y con tierras, estaba solo en el pueblo, vino exiliado de otra provincia con su madre y  se decía que en la guerra quedo mutilado, un tiro le dio en sus partes quedando imposibilitado para poder egendrar. Por las tardes se quedaba en casa, su madre siempre estaba vigilando y cerraba la casa con el barrón a cal y canto para que Juan pudiera salir del refugio y pudiera andar un poco.

viernes, 20 de febrero de 2015

MI VIRGEN GUAPA

Es por ti madre, que escribo éste poema, por que se que te gustaba que te leyera todo cuanto escribía y me mirabas embobada, mientras las palabras, las frases escritas por mi, salían de mi boca.Esa era uas de las asignaturas pendientes decías, aprender a leer, otra a nadar y por último conducir...Tu voz cantando saetas tengo grabada, pero no se cuando podré escucharte, por ahora imposible, al leer el poema en el programa te he recordado tanto y hasta parece que desde el infinito oía tu voz diciendo.
_Anda leémelo....
Este poema es para tu Virgen Guapa, así le nombrabas a la Virgen de los Dolores, por que cuando te enseñaban alguna imagen de la Virgen de los Dolores, decías.
_Si es que no hay ninguna de guapa como ella.
Y pensar que su cabeza según cuenta estaba de tranca en una puerta...Y el manto de colcha en una cama .
Fueron otros tiempo, quizás por rebeldía de haber perdido a alguien en aquella guerra cruel.
Sus manos se perdieron, son otras , pero con la misma ternura que invita a cogerlas entre las tuyas y esa mirada triste a abrazarla.
Y es que Raúl tiene unas manos y una delicadeza en todo a cuanto a ella se refiere, sus ropas, enaguas, mantos, todo es un conjunto que hace de Nuestra Virgen de los Dolores una de las imágenes mas bonitas que yo conozco.



Mi virgen guapa, se fue de mi vera
Quien me mecía en la cuna
Ella te cantaba saetas
A la luz de la luna

Cada Semana Santa, al pasar por su puerta
En el Vienes de amargura
Rompía su garganta
Con poemas y ternura

Y con emoción te decía, mirándote a la cara
No tengas pena ninguna
Que tu hijo va a resucitar
Entre las doce y las una

No podía escribir otra cosa, este año
Que este pequeño poema
Para a quien tanto quiero
En el cielo no tenga pena

Virgen de los Dolores, Guapa
Cuánto dolor y cuanta belleza
Tu cara lo dice todo al mirarte
Y cuanto amor ella refleja 

(Escrito para el programa de Semana Santa 2015)


miércoles, 18 de febrero de 2015

EL REFUGIO 1

 



El abrazo era largo, no se querían soltar, pensaban ambos si sería la última vez que se vieran, las bombas sonaban a lo lejos.
Al final se separaron él le cogía las manos y poco a poco solo quedaron rozando la punta de sus dedos.

Ella se metió para la casa, al refugio que había construido junto a sus hermanas, abuela y madre, era obsoleto, debajo de la casa una pequeña habitación no mas de 10 metros cuadrados, retiraban un  viejo baúl y allí había una puerta cuadrada, se abría y daba paso a una especie de calabozo al cual se baja por unas escaleras, mejor dicho unos palos atravesados hundidos entre dos paredes, antes había servido de pajar, su padre antes de irse a la guerra donde murió, tapió, la entrada por abajo y puso un viejo mueble, y paja amontonada, para que no se viera que un día allí hubo una puerta donde se guardaba la paja y el grano para la vieja burra, las gallinas, marranos y cabras y en un caso dado sus hijas y su mujer tuvieran un refugio si entraban al pueblo los soldados, o se oyeran las campanas de la Iglesia anunciando aviones cercanos tirando bombas.

La guerra duraba ya casi tres años, demasiados, una guerra absurda donde ni se perdía ni se ganaba nada, buenos se perdían vidas humanas, en la que la mayoría de los casos les obligaban a luchar...
La historia de Ana y Juan empezó cinco años atrás, siendo niños, ella catorce  años y Juan  quince, siempre habían jugado juntos al ser vecinos, hasta que un día él se fijó en su cuerpo, ya no era la niña con la que peleaba.

Su primer beso sin malicia fue casual, sin querer, pero que encendió una llama de pasión que hasta ahora ambos desconocían.
Empezaron a verse a solas bajaban al río a bañarse  y poco a poco fueron descubriendo caricias nuevas, sentimientos llenos de ternura y juntos disfrutaron  de sensaciones que nunca antes habían sentido, dos años duraron esos días de complicidad, hasta que se lo llevaron a él en un camión a luchar con diecisiete años, le llamaron la quinta del biberón, pues algunos tenían quince o menos, si aparentaban por su estatura mas.

En esos tres años sus encuentros fueros esporádicos, a escondidas si el estaba cerca del pueblo, a veces de minutos, solo para decirle que estaba vivo, que estaba bien, que rezara cada noche por que se acabara aquel infierno que ellos no sabían ni quien lo había provocado, ni porque había comenzado.


jueves, 12 de febrero de 2015

LAS CARTAS

Llevaba tantos años en mis armarios, cojo la caja que un día contuvo caramelos la huelo y la vuelvo a guardar, conforme me mudaba de casa esta cajita mudaba también conmigo, primero estuvo en mi mesita de noche en el  cuarto de soltera compartido con mi hermana, luego al casarme en aquel armario con olor a nuevo, como nueva era la vida que empezaba, después viajó a Madrid, donde también estuvo en varios armarios, conforme de mudaba de piso, al cabo de veinte años volvió a Baños, la metí en aquel  armario que ya no olía a nuevo y la olvide por un tiempo, ya no lo la veía cada día al abrir aquel flamante armario, pero cuando bajaba al pueblo al abrir mi armario allí estaba en un rincón , invitándome a que la abriera y al coger su contenido para que  me volviera a rubar como antaño, llorar por los recuerdos, soñar con aquel primer beso, sus caricias y volver a leer, tanto las cartas que yo le escribía, como las que a vuelta me enviaba él a mí.
Recuerdo con que emoción bajaba los tres pisos saltando las escaleras de dos en dos en busca de tan ansiadas cartas, luego releía éstas hasta dos o tres veces antes de entrar en el piso de mis tíos, donde me fuí un par de meses a vivir y las guardaba a buen recaudo atadas con una cinta rosa.
Pero hoy no sé por que, desspues de muchos años, al tenerla entre mis manos la abrí, era como volver al pasado, recordar cuanto amor, ternura guardaban aquellas lineas guardadas en viejos sobres numerados según su llegada.
Las leo del numero  menor a mayor  y la intercalo con las respuestas que él me daba a vuelta de correo.
Cómo es posible que olvidemos esos sentimientos adolescentes o peor aún como se puede quedar en el olvido tantas palabras de ternura, de ansias de poder coger sus manos entre las mías, acariciar su cara, decirnos .
¡ Cuanto te quiero!.
Eramos niños, él tenia 18 años y yo iba a cumplir quince, pero me consideraba una mujer a su lado,( pobre de mí) cuando tenia edad de jugar a las muñecas y a las casitas, nosotros ya estábamos planeando casarnos.

Esos dos meses sin vernos fue una tortura para los dos y el único consuelo a las ausencias eran las cartas, no había teléfonos en las casas o pocas lo tenían, había que ir a la Casa de los Teléfonos de Ana y su hija Marilena, el problema es que yo no sabia donde me podría llamar en Barcelona.
Leo y vuelvo a leer sus cartas y siempre al despedirse la misma frase escrita.
_Ven tu o voy yo, por que no puedo pasar ni un día más sin verte.

 Esa ilusión de cartas en el buzón o por debajo de la puerta, se ha perdido, solo se reciben facturas, avisos de cobros, certificados de hacienda, etc, recuerdo que para Navidad las tarjetas de felicitación eran muchas y las poníamos con una cinta colgada en el árbol de Navidad.
Yo puedo leer éstas cartas de amor, pero los jovencitos o no tan jovencitos ¿cómo se acordaran de ellas?, en el wasass no, ni el los msm, ni los e-mail  a o ser que los impriman...Me quedo con aquellos tiempos y mis cartas.

Han pasado 41 años y aún me emociono al leerlas.

Y ¡sorpresa ! me encontré  entre ellas mi carné de alumna, lo tenia que presentar  cuando iba a examinarme a Úbeda, ahí tenia catorce años, justo cuando lo conocí.


































Entre las cartas he  encontrado







domingo, 8 de febrero de 2015

A MESA PUESTA

Que bien sienta ponerte a comer sin saber que hay de menú cuando de los 365 días del año 360 tienes que elaborar tú la comida, almuerzo y cena, que te inviten a comer a mesa puesta, no tiene precio.
Te levantas sin pensar que tienes que preparar para el yantar, dedicas un tiempo para tí, que a diario no tienes, levantándote al ser del día, corriendo para coger el coche, llegar al trabajo, compras, lavadoras, plancha, amén del fín de semana donde el trabajo es extra y conste que cuando no lo tengo lo echo mucho en falta, tener a tus hijos, nieta y parejas de éstos en casa, para mí es especial y el cansancio aun teniéndolo, brilla por su ausencia.
Pues bien, éste sábado ha sido uno de esos días en que me he montado en  los tacones y me he ido de tiendas y no de comida precisamente, ha sido un lujo de día junto a mi hija, viendo escaparates, ropa, mirando preparativos para ese día especial que mi hija y su novio sueñan  y yo que decir tiene, que he disfrutado tanto como ella, ya pasé por ello y sé que los días, los meses vuelan y lo que has ido elaborando, preparando, en unas horas todo ha terminado, merece la pena ésta espera, ésta ilusión, luego todo pasa y tienes otras ilusiones, la vida es como una noria, rueda y rueda y al final se para, nos bajamos, algunas veces en marcha y ésta sigue su rumbo.
Úbeda es preciosa, no en vano ha sido junto a Baeza nombrada Patrimonio de la Humanidad, merece la pena conocerlas, pero por mas que veo cosas, nada se puede igualar a nuestro Camarín de Santuario, es único en el mundo...

Mi hija había preparado la comida cuando volvimos de la compra y me sorprendió, de verdad que me supo rica, rica, la comida, tiene unas manos para la cocina exquisitas.
Os pongo la receta de Risotto con setas, estaba buenísimo, tengo que reconocer que aparte de la cocina tradicional me encanta conocer nuevas recetas, sabores y ella me sorprendió con este primer plato.

                                                          RISOTTO CON SETAS

INGREDIENTES

* 400 GRAMOS DE ARROZ REDONDO
* UNA CEBOLLA MEDIANA
* SETAS
* SAL
* QUESO PARMESANO
* ACEITE DE OLIVA

* AGUA
* UN LITRO DE CALDO DE POLLO
* DOS AJOS
* MANTEQUILLA
* QUESO PARMESANO
* PEREJIL

Se pone a cocer un litro de caldo de pollo fuego lento, para ir incorporando poco a poco al arroz, en caso de no tener se deshace una pastilla de avecrén.
En una sartén se pone aceite, rallamos la cebolla y freímos a fuego lento hasta que se ponga transparente, echamos las setas a trocitos y cuando estén añadimos un par de ajos a laminas, se sofríe bien todo e incorporamos el arroz, enseguida añadimos un poco caldo, el secreto que salga el arroz meloso, dice mi hija que no hay que dejar de mover para que suelte bien el almidón, vamos añadiendo caldo conforme se va consumiendo, una vez cocido de incorpora una cucharada rasa de mantequilla, perejil picado y el queso parmesano.

Mientras tanto preparó el segundo plato.

                                      POLLO AL CURRY

INGREDIENTES

* DOS PECHUGAS DE POLLO CORTADAS A CUADRITOS
* ACEITE DE OLIVA
* DOS  CUCHARADITAS DE LAS DE  CAFÉ DE CURRY
* PIZCA DE PIMIENTA MOLIDA
* UNA CEBOLLA PEQUEÑA
* SAL
* UN PAQUETE DE NATA LIQUIDA
* UNA RAMITA DE PEREJIL PARA ADORNAR

Se ralla la cebolla( yo la pongo tres minutos en el microhondas para acelerar el sofrito)
La echa a la sartén donde había puesto como una cucharada sopera de aceite de oliva, cuando está transparente, le  añade el pollo, la sazona, y la  sofríe a fuego lento.
Luego cuando esta dorado, le pone la pimienta, el curry,  por último la nata liquida, deja que se mezcle todo bien a fuego lento y he aquí ....


 
Ha sido un día estupendo... Y para acabar fuimos a una chocolatería preciosa donde ponen toda clases de chocolates y cafés, acompañados de churros recién hechos. 

FELÍZ DOMINGO