viernes, 12 de octubre de 2012

EL CANTARILLO 2


Al día siguiente cuando iba camino de la escuela de las Hermanas Apostólicas De Cristo Crucificado que era donde estudiaba, se llevó la sorpresa de volverlo a ver, estaba sentado en la cruz de las azucenas monumento cercano al santuario de Nuestro Padre Jesús del Llano, es una gran cruz de piedra  con escaleras en forma de pirámide, allí se sentaban los hombres a charlar de las novedades del pueblo, a pasar el día una vez ya jubilados, ambos se reconocieron, el hombre le dijo 
-A los buenos días María ¿vas para el colegio?
-Si señor, hasta luego.
No dijo nada más, era tarde y ponían falta a las niñas que no llegaban a tiempo de formar fila para entrar a clase al son del picú (un toca discos) .
Al salir del colegio para el recreo, cosa que hacían las niñas alrededor de la lonja que rodeaba el santuario y el colegio, estaba aquel hombre en el mismo sitio, María se le acercó y le dijo 
- ¿Ha comido usted ?
-No.
Respondió aquel hombre
_pues tome mi  cucharrillo de aceite con chocolate (bocadillo)  yo hoy no tengo  ganas de comer. El hombre se lo agradeció y empezó a comer pausadamente
_Gracias María, te lo agradezco no he comido hace ya...Bueno no me acuerdo.Vengo a conocer a las hermanitas, mi  misión en esta vida es pedir limosna para ayudar a los pobres, yo no necesito nada, por cierto mi nombre es Francisco Tomás 
_¿ y viene de muy lejos ? preguntó María, 
-Pues sí, vengo de Granada aunque soy de Málaga de  un pueblecito de la serranía de Ronda, ya ves cuando me hice fraile capuchino dije que me dieran los quehaceres que quisieran, me gusta el campo, la huerta, pero pedir la verdad es que daba un poco de vergüenza, eso de ir de casa en casa y ya ves quiso la voluntad del señor que este fuera mi quehacer diario, pedir para los pobres, ahora me alegro por que esa es la mejor opción que me pudieron dar, servir a Dios por medio de mi limosna recogida de la gente de buena voluntad, el destino ha querido que viniese a este pueblo, venía por la carretera en un camión que me recogió a las afueras de Jaén, iba para Úbeda a visitar la tumba de San Juan de la Cruz, pero me pasé de desvío y al ver este castillo vuestro en la lejanía me llamó tanto la atención que decidí venir a conocerlo, más, cuando me dijeron que había un convento de monjitas, me alegré y aquí estoy para conocerlas.
_Bueno le dejo señor Francisco, es la hora de entrar a la escuela, el recreo se ha terminado, hasta luego.

7 comentarios:

  1. Tan precioso como el primero sigo enganchada a si k hasta el próximo un saludo L V

    ResponderEliminar
  2. Gracias. Espero que te guste, todo lo que escribo lo hago pensando en mi nieta a ella le gustan todos estos cuentos,Saludos

    ResponderEliminar
  3. A la niña " María " del cuento, ya desde chica se veía lo buena persona que con el paso de los años se convertiría en la gran mujer que sin duda es.
    Quedo esperando el siguiente ¿....?
    Besitos

    ResponderEliminar
  4. No me entraña con la abuela tan estupenda k tiene k suerte tiene esa preciosidad L V

    ResponderEliminar
  5. Gracias intento ser buena persona es lo que mis padres me han enseñao, aunque a veces ese diablillo malo que todos tenemos me hace torcer de camino.Un beso para las dos Chacanica y Luci

    ResponderEliminar
  6. Que historia tan bonita me encata todo lo que haces. Estoy deseando de que escriba algo para meterme. Porque me entrentengo muncho y paso el rato un beso de una anonima que te quiere.

    ResponderEliminar
  7. Me alegra que te guste este relato.Un abrazo anónima

    ResponderEliminar

Gracias por tener un ratito de vuestro tiempo para mi blogs, en breve pondré vuestros comentarios.