Te buscaba en mis noches gélidas
Y no te hallaba
Te quise encontrar en
la penumbra
Entre mis sábanas y mi almohada
Caminé por senderos y valles
Intenté escalar una montaña
Tu imagen era invisible…Y
Notaba que tu aliento me soplaba
Sentía tu sombra tras de mí
Me volvía y tú no estabas
Mi vientre quedó vacío
Al igual que mis madrugadas
Sueño con tus risas, tus gestos
Y le pido al lucero del alba
Poder acunarte en mi regazo
Mientras yo te amamantara
Pensar que mi sueño
de ser madre
No iba a quedar en la nada
Querer, poderte querer
A ti, mi niña amada
Que bonita poesia parece rrealidad. Cuando la estaba lellendo pensaba que me estaba sucediendo ami me encanta leer tu poesias un beso de una anonima.
ResponderEliminarGracias a comentarios como el de usted, hace que que siga escribiendo.Un abrazo
ResponderEliminarEncarna preciosa poesía es la realidad hecha poesía todo eso k tu relatas es ser Madre un abrazo L V
ResponderEliminarLuci y tambien es verdad que Dios le da pan a quien no puede comer...No se como pueden haber madres que maten a sus hijos, habiendo tantas mujeres que darían parte de su vida por tener un bebé entre sus brazos, cuidarlo, criarlo y darle todo el cariño del mundo, por que a veces no es madre la que pare, si no, la que quiere y ejerce como una verdadera madre.Saludos
ResponderEliminarMe encanta tu poema, Encarna. Tienes razçon: Dios le da pan a quien no puede comer. Mi nuera lleva años intentando tener un hijo, incluso mediante fecundación in vitro, y no lo consigue. Otras abandonan a sus bebés en contenedores de basura. ¡Qué injusticia más grande! Un beso, amiga.
ResponderEliminarJuan la esperanza es lo ultimo que se pierde.Ya veréis como cualquier dia cuando mas tranquilos esteis os dan la buena nueva, yo tarde nueve años en tener a mi niña de con mi niño.Saludos
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