La vida a veces es injusta.Nacemos para vivirla al calor de nuestros padres y abuelos, luego vienen hermanos, primos, con el tiempo la familia aumenta por años y lo que un día era cosa de dos se multiplicó...Lo que no se espera nunca es que un hijo tuyo deje esta vida antes que tú, es como romper un eslabón de la cadena de la vida, ya nada es lo mismo al menos para unos padres, para unos hermanos y mucho menos para unos hijos que crecerán sin el calor y protección de un padre...
Doy ánimo a Mari y Miguel sé que a lo mejor nunca llegan a leer este escrito, que ese dolor que hoy sienten con el paso del tiempo no se irá nunca de sus vidas, pero irá menguando, el tiempo todo lo cura menos la muerte de un hijo, mi bisabuela Ana María perdió tres Encarnación, Salvador y Antonio, los tres que tuvo, mi abuela Juana tres hijas Antonia, Manuela y Juana, mi suegra uno, Juanito...Y así mucha gente conocida que la vida le dió el mazazo de perder un hijo tanto de Baños, Daganzo y La Carolina.Ellas no ha pasado un día de sus vidas que no se acordaran de ellos, Sus cumpleaños, sus Santos, para las fiestas señaladas, su presencia falta cada día, pero hay que seguir viviendo, hay más hijos a los que atender, nietos a los que ofrecer cariño, unos padres no les pueden fallar por mal que se sientan, los que se van ya no les necesitan pero los que quedan...
Que tristeza les has dejado
Tristeza en el corazón
Unos padres, hijos compañera y hermanos
Sumidos en el dolor y la desolación
Se fue sin despedirte
Lejos del pueblo donde nació
Más tu cuerpo ahora descansa aquí
Bañusco eras de corazón
Encarna cuanta razon tienes ya nada es igual para todo aquel que lo queria ,yo que lo he vivido con solo 10 años se me acabo todo cumple navidades etc en mi casa solo havia tristeza y ahora que soy Madre los entiendo primero nosotros como dice mi madre unos padres nunca deberian de enterrar aun hijo si no todo lo contrario un saludo
ResponderEliminarTienes razón, mi abuela que perdió tres hijas como he escrito, siempre decía:Harían falta res angelitos y Dios eligió a mis hijas...Su recuerdo siempre estuvieron con ellos mis abuelos, mi madre y mis tíos, yo no lo viví pero sus nombres nunca dejaron de sentirse en mi casa :La Juani decía esto, La Manuela tenía unos ojos verdes preciosos, la primera la Antonia murió con tres días, la segunda con 18 meses y la tercera con cuatro años...Un abrazo
ResponderEliminarAl enterarme de la tragedia, como es la muerte de una persona tan joven, mee quedado impactada, a veces no comprendo como Dios pone unas pruebas tan grandes, tan
ResponderEliminardolorosas, tan inexplicables, que nos revelamos por estas decisiones que toma, pero por otro lado, dar gracias porque le ha permitido que en su corta vida deje unos hijos, para que dentro del dolor tan grande como es su pérdida, esos niños les servirán de consuelo, en ellos verán reflejado a su hijo, a su marido, a su padre. Le pido a la Virgen de la Encina, Ella que también perdió a su Hijo, les alumbre y les de la paz que necesitarán todos los días DESCANSE EN PAZ
Ya te fuiste amiga, tu dolor puede que haya superado a la vida, quizá quisiste aferrarte a
ResponderEliminarella, no por ti, por tus hijos, por tus nietos,por tu marido, pero él estaba en tu mente las 24 horas del día, ahora estas con él, ya no sufres, pero con tu marcha has dejado desolados a todos, tú aguja ha quedado huérfana, tus manos ya no harán esos primores que hacían, miles de puntadas han quedado en la memoria en esa prendas, que tan
Exquisitamente hacías.
Descansa en paz Mari.