No deja de ser un trabajo extra y para mí que lo hago dentro y fuera de casa es el doble.
Empezaré por la más vieja Susa, aunque sólo tiene seis años en septiembre cumplirá siete, dicen que los animales recojidos son los más agradecidos y ella es un ejemplo, fueron mi marido y mi hija a la perrera de La Carolina a por un perro guardián para guardar la casa y los caballos que tenemos, digamos que un quita miedos a los amigos de lo ajeno, querían un gran perro , pero mi hija nada más verla dijo esta, no paraba ni un instante, el encargado de la perrera, dijo es la más juguetona, tiene dos meses, no me deja barrer, me agarra el cepillo, ni me deja solo un instante, nada más decir esto mi hija dijo : Papá esta y así es como llegó a casa , puede que por lo juguetona que era, quizás por que le recordaba a Chuspy, su primer perro, lo pilló un coche y para todos fue una pérdida, como si hubiera sido alguien más de la familia.
Cuando mi marido sale a la sierra a pasear con el caballo, ella va siempre a su lado, no le deja ni un momento, en parte me siento tranquila, como el dice daría la vida por mí, cuando ve los preparativos, ponerse las botas de montar, la montura al caballo, no deja de corretear, como diciendo hoy voy de paseo, como es la primera que vino a casa es la generala, las demás la respetan, tengo que decir que también la más peligrosa, si alguien viene a casa lo huele, da vueltas alrededor como
impescionándolo, si salimos nosotros a recibirle, ella lo aprueba y le da la bienvenida, un día vino el del gasóleo y ella que lo vio entrar al garaje solo, se le tiró, como diciendo ¿ donde va este intruso ? tengo que decir que es la mejor guardiana, la más juguetona , tiene un repertorio de juguetes de goma, que te los lleva a la puerta de la casa para que se los lances lejos , luego ella va a por ellos y te lo deja a los pies para que se los vuelvas a tirar, eso sí, sin pito dentro, por que se los carga todos, es como si fuera una presa los muerde hasta que dejan de pitar, como diciendo ya me lo he cargado, por que es una buena cazadora, no hay rata , conejo, pájaro o serpiente que se le resista, de ella han aprendido las demás.
Luego llegó Rosana, es la perra más panfilota que te puedes imaginar, tiene cinco años en Mayo cumple seis, pero a la vez la terrible, a que todos la dan de lado por su tamaño, es una mastina enorme que se la regalaron a a mi marido, unos pastores de Baños, todo el día está durmiendo, eso sí con un ojo cerrado y el otro abierto a la más mínima sale corriendo y con su gran tamaño no veas como impone, por las noches se las pasa dando vueltas a la casa, cuando se pone de patas en la verja, la gente se retira rápido, pesa casi cincuenta kilos, ella nunca se va al pajar como Susa, sea invierno o verano duerme en la alfombra de la entrada de a casa .
A veces bajo al pantano con ellas, sobretodo los fines de semana, o en vacaciones y me la llevo a las cinco, por que ese es el número de perras que tengo, claro bajo campo através, por miedo a la carretera, o si voy con mi hija, las llevo atadas por el peligro de como bajan los coches para la playa, le encanta el agua, pero que la laven no.
Ahora le toca el turno a Deysi, tiene cinco años es de la edad de Rosana, esta perrita es de mi hijo, pero como el se vino a vivir con nosotros, pues se vino con él, es muy cariñosa y también juguetona, pero desde que fue mamá, se ha vuelto muy responsable y ya no juega tanto.
Se la encontró en La Carolina, lugar donde vivimos compartido con Baños, iba a ver a su novia y siempre la veía al lado del contenedor rebuscando, se ve que al ser cachorra se despistó un día y ya no supo volver a casa , su novia se encaprichó de ella y se a llevó a vivir con el a su piso yo la sacaba a la calle junto con Chuspy a pasear por las mañanas y luego por la tarde la sacaba mi hijo, es muy lista de seguida aprendió a controlar el pis, la ensené como a nuestro perrito a hacerlo en los árboles ya que en avenida donde vivo está lena de grandes chopos y nunca lo hacían en la acera, cuando voy a Granada a ver a mi hija, hasta que no la llevo para algún parque donde hay árboles no hace ni caca ni pis.
Ahora le toca el turno a mi encontrada, Dakota, la vio mi marido un día por la sierra de Baños iba con el caballo paseando y pensó que era un cordero se le acercó y la pobrecita se arrimó a las patas del caballo hasta Baños, no sé si fue perdida o abandonada, cuando la vio mi hija se echó a llorar, pues era tan parecida a su perrito Chuspy. Estubo dos días tomando sólo agua venía desnutrida, al bañarla me dí cuenta que le faltaba una teta y que tenía un bulto en otra, la llevamos al veterinario que tenemos, Luis, este después de comprobar que no tenía micro chip y por lo tanto difícil de encontrar al dueño, nos dijo después de ponerle uno y ponerla a nuestro nombre que lo mejor era operarla cuanto antes, así que la operó y salió bien de la operación, a los dos años le salió otro bulto en otra de las mamas y también se lo quitó, llevó las pruebas a examinar y tenía metataxi, así que le tuvieron que dar cuatro sesiones de quimio, ahora tiene otro bulto más en otra de las mamas, pero con nueve años que tiene y tres operaciones que lleva, más la quimio, me aconsejó no hacerle nada más, me da pena por que es tan agradecida, no se despega de mi cuando estoy en casa ni a sol ni a sombra.
Y ahora le toca a la benjamita de la casa, Lupita, nació aquí, es hija de Deysi, un día estando en celo se quedó fuera y un perrito pequeño la cubrió, resultado a los dos meses vino al mundo este trasto
Es simpática y al igual que su madre una juguetona ahora tiene un año y cuatro meses, y es de tamaño muy pequeño, cuando nació junto a otro perrito muerto, tenía claro que no quería más perros, hablé a la perrera donde recogimos a Susa para ver si la quería pero me dijeron que estaban a tope y que no cogían más, que si quería yo alguno, con cinco perras creo que ya estamos bien les contesté, así que se quedó en casa, ahora es el juguete y cuando viene mi nieta, su compañera de juegos ya que son de la misma edad .
Si me lo llegan a decir a mí que no me gustan los perros, que en Madrid cuando iba al colegio a por mis hijos daba la vuelta a la manzana, para no ver a uno que siempre tenían atado a la ventana de una casa, por que un día se me tiró y me araño la bota, pues bien, si me lo llegan a decir que me iba ajuntar con cinco hubiera dicho.
_ Estáis locos.
Ahora no me los cambio por nada del mundo me