Es sencillo, casi para principiantes en la cocina, hoy lo hice como postre de una comida entre amigos, para acompañar con el café, llovía bastante ha sido un día agradable de conversación alrededor de la lumbre, puse la foto en el facebook y Joaqui Roselló me dijo que pusiera como se hace, así que hago la entrada de esta receta.
INGREDIENTES
UN LITRO DE LECHE DESCREMADA
UN PAQUETE DE BIZCOCHOS DE SOLETILLA
AZÚCAR
CANELA
SIROPE DE CARAMELO O CHOCOLATE
DOS SOBRES DE FLANÍN EL NIÑO
Mi abuela era muy tradicional para la cocina, le gustaba hacer las comidas a fuego lento, nunca tenía prisa a la hora de cocinar, se ponía nada más recoger su dormitorio, ese era su cometido, hacer manjares para comer y nunca nos defraudaba, tenía miles de trucos y con pocos recursos hacía comidas que te chupabas los dedos, pero para mí la que más me gustaba eran las patatas en adobillo, siempre tendré ese sabor tan peculiar que le daba y que yo por más que intento no logro que me salgan como a ella. .
Recuerdo que ella ponía la leche de cabra en el cueceleches de porcelana que tenía una tapadera con agujeros para que las moscas no cayeran en tan rico manjar, me hacía gracia que la retiraba tres veces del fuego cuando subía a borbotones aquella espuma blanca, decía que para que no nos dieran las calenturas marta.
Siempre para los postres que llevaran leche de cabra que era la que tomábamos en casa ( natillas, leche frita, flan, arroz con leche, etc) ponía los mismos ingredientes, cáscara de limón, canela en rama a la que le ataba hilo para que no se rompiera y azúcar, luego ya podía hacer lo que quisiera pero ésto era lo básico, el caramelo lo hacía ella con azúcar ya agua lentamente en el fuego sin dejar de menear hasta que se caramelizaba y el chocolate lo hacía de Kitín, lo raspaba con la navaja haciendo virutas...Ahora es todo hecho, envasado...
Yo cuando tengo tiempo procuro imitarla, pero con esto de trabajar fuera, pues no siempre dispongo de hacer las cosas como ella las hacía y echo mano a las cosas modernas, por ejemplo las natillas las hago en el microhondas, no se pega al cazo y saben igual de ricas, pero aquél sabor que conservo de las natillas de mi abuela con su paciencia y la leche de cabra, no tiene comparación.
Bueno, pues hoy éste postre lo he hecho a la antigua usanza, he puesto un litro y cuarto de leche desnatada en un cazo con canela en rama y cáscara de limón (de mi limonero ecológico),
En una fuente rectangular pongo el sirope de chocolate o bien de caramelo, eso, según los gustos, o bien se puede hacer chocolate instantáneo paladín, encima voy poniendo los bizcochos de soletilla.
En un cuenco he puesto el cuarto de leche restante con ocho cucharadas soperas de azúcar, dos sobres de flanín el niño, lo disuelto con un tenedor y cuando ha roto a hervir he quitado la canela en rama y la corteza de limón, lo he incorporado sin dejar de remover, ya que se hace grumos y se pega...
Una vez hechas las natillas aún calientes se echan sobre los bizcochos, procurando que se queden bien empapados, con una cuchara los empujamos hacía dentro varias veces.
Y aún calientes se espolvorean con canela molida.
No hay nada como un café hablado como dice mi amiga Isabel Conejero Valencia...
¡¡¡Buen provecho!!!