El hule mantel típico de plástico en los años sesenta, era para comer a diario, los manteles bordados se ponían en fechas especiales, si venían alguien especial a comer a casa, o para los cumpleaños, y algún que otro domingo, como el de Ramos, o para la Navidad, el que compró mi madre aquel día de casa de Pedro Ortega y que venía envuelto a un tubo de cartón era especial,se salía del clásico mantel de plástico de flores o cuadros, era el mapa de España yo tendría unos siete años y con esa edad todo lo absorbes como una esponja, aprender algo nuevo cada día para mí era lo más relevante en esa época.
En las noches de invierno cuando ya cenábamos y sólo había aquella vieja radio eléctrica negra sobre una repisa de madera que le había hecho Eusebio a mi madre, con aquella funda de flores hecha por mi abuela para taparla de polvo, bueno pues cuando oía mi abuelo el parte de noticias o su programa de los toros , se volvía a tapar y empezaba nuestro juego.
Fué todo un descubrimiento aquel mantel en donde nuestro juego, mis padres , abuelos y yo era descubrir aquel pueblo escondido en las provincias cada una coloreada , mi abuelo era el encargado de buscar el más difícil decirlo en voz alta y ponernos los demás a buscarlo por todo el mapa, en una libretilla estaban nuestos nombres y puntuaba el que antes encontrara el pueblo mencionado, tanto éxito tenía aquel juego que al comentarlo a mis amiguitas se apuntaban por la noche a jugar, Mariloli la ratilla, Anita, Choni y algunos chiquillos de la calle, como Juanito el de la triguera o Nicolás el de la Berni.
Ahora con tanto aparato playstation, video consolas, ordenador, los niños lo tiene fácil para jugar y encima se aburren, como tienen de todo....... Entonces ya veis con un simple mantel con el mapa de España nos conformábamos y éramos felices.