Todo ha sido gracias al viaje programado por el Ayuntamiento, junto con la Escuela de Adultos de Baños de la Encina.
He vuelto a pasear por todos los lugares que recorrí siendo niña, con 11,12 y 13 años, los dos primeros con el Colegio donde estudiaba " Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado" y el tercero con mis padres en un viaje que organizó la empresa donde trabajaba mi padre, A.D.A.R.O.
Han pasado muchos años, tantos que apenas recordaba aquellos jardines donde perderse, el paisaje que rodea la "Ciudad de la Alhambra" llamada así por el significado de su palabra " Castillo rojo o bermellón" mandada a construir por Muhammed II en la llamada colina de" La Sabica "y fue completada su construcción por sus sucesores, hasta que el 2 de Enero 1492 se convirtió en Corte Cristiana, cuando Granada fue conquistada por los Reyes Católicos Isabel y Fernando.
Hay tanto que contar, tantas historias encerradas en los 800 años que los Árabes vivieron en España, pero la Ciudad de la Alhambra se lleva la palma de todas ellas.
Palacio de Carlos V
Los jardines se multiplican siendo todos ellos dignos de ver, cada uno tiene su propia historia, me llamó la atención el "Jardín de la Sultana" llamado así porque era donde ella se encontraba con su amante.
Cada sala, cada aposento, es emblemático.
Gracias al auto-guía que mi hija nos alquiló podíamos saber su historia.
El patio de los leones, el más reconocido, donde el agua es la protagonista, surge por la boca de los leones, y se distribuye por toda la estancia.
Ha sido un viaje para recordar toda la vida, mi hija como acompañante me iba explicando muchas cosas, ella, ha estado viviendo en Granada sus 6 años de carrera Universitaria.
Enrique, nuestro profesor, hizo de guía en muchas ocasiones y nos contaba historias mientras recorríamos, cada sitio de la Ciudad de la Alhambra.
El agua es la verdadera protagonista de todos los recorridos por la Ciudad de la Alhambra, el agua helada de Sierra Nevada y la fuente del Río Darro, fue canalizada y llega por todos los patios, jardines, baños árabes, estancias, una ingeniería hidráulica única dentro de la cultura Islámica, que recrea el paraíso de Corán.
Las imágenes valen más que mil palabras, y son tantos los monumentos, jardines, salas, que ésta entrada en mi blogs, se alargaría mucho y quiero dejar lo esencial de nuestra visita.
Cañones medievales a la intemperie, que protegieron la Alhambra están delante del Palacio de Carlos V.
Mis compañeras de clase Mati, Loli, un grupo reducido, junto con Angustias, que llevó de acompañante a su hija y que hemos compartido recordando aquellos otros viajes que hacíamos siendo niñas, con nuestro Colegio.
El susurro del agua nos acompañó en todo el recorrido que hicimos por los jardines de Generalife, uno de ellos el de los Cipreses.
Patio del Palacio de Carlos V, me recordó aquellos patios romanos circulares, donde echaban los cristianos a los leones, su arquitecto se inspiró en los palacios dignos de un emperador romano.
Carlos V estuvo de viaje de luna de miel en la Alhambra, y decidió hacerse un palacio para fijar su residencia en Granada.
Es imponente cada jardín con sus fuentes o estantes dignas del más ejemplo hidráulico.
La vista se pierde contemplando la sierra, Granada, sus cumbres nevadas.
Los huertos proveían de hortalizas, fruta y verdura a toda la ciudad, ya que aparte de la Alcazaba, palacios Nazaríes, Alhambra, Generalife, etc...Era un complejo donde había viviendas más humildes y que se hacía toda clase de artesanía, madera, cuero, herreros, carpinteros, cerámica para abastecer, a todos los moradores de la Ciudad.
Dignos de mencionar son los techos de madera, la estructura de las paredes con sus emblemas árabes y lo que me llamó la atención, la mano y llave que hay en las puertas de entradas principales, representa el poder de la conquista, este poder terminará cuando la mano de encima baje y la coja, entonces acabará el encantamiento que tiene la Alhambra, ya que nunca ha sucumbido a través de los siglos a terremotos y guerras.
La mezcla de edificios sobrios y patios con estantes impresiona, eran los patios donde paseaban los moradores de la Alhambra .
Las vistas desde distintas torres de Granada impresionan.
Cada patio daba paso a estancias con sus leyendas, ésta da a los baños árabes, allí en una de ellas vivió Washington Irving quien escribió su obra "Cuentos de la Alhambra"
La torre más alta de la Alhambra, llamada de la Vela, donde ondean las banderas de Europa, España, Andalucía y Granada.
Hay una placa con versos del poeta Francisco de Icaza sobre la torre de la pólvora en la que uno de ellos dice:
"Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada, como la pena se ser ciego en Granada"
(Monumento a Mariana Pineda, Heroína Granaína)
Después de nuestra visita a la Ciudad de la Alhambra, tocaba reponer el esfuerzo hecho, no en vano mi teléfono móvil tiene un programa de pasos y dimos casi 12000, todo un récord por mi parte, comimos en un restaurante parte de la expedición, la otra organizada por el Ayuntamiento de Baños de la Encina (Jaén)se fueron por libre a tapear por los distintos bares de la zona.
Exquisito el menú, Enrique se encargó de buscar uno cerca, Restaurante Boabdil, este fue el último rey de Granada, su verdadero nombre era Muhámmad XII, pero era llamado así por los Cristianos.Recordé aquella frase que aprendí cuando estudiaba historia, dicha por la madre de Boabdil:
Llora como mujer, lo que no has sabido defender como hombre.
Luego tocaría un viaje en trenecito turístico por la parte antigua de Granada, todo un evento, disfrutamos entre risas y anécdotas como críos.
De regreso a casa en el autobús, más de una caímos rendidas, de éste viaje a través del tiempo a Granada.
Un viaje difícil de olvidar y que recordaré siempre, porque fue el día de mi Santo.