Lo bueno del cocido es que se aprovecha todo, tienes cocido para un día, caldo que se puede congelar, para sopa o consomé, la pechuga de pollo después de dar su jugo para hacer un buen caldo, luego vale para hacer estas cocretas tan ricas y que a mis hijos y nieta les encantan.
*INGREDIENTES:
*PECHUGA DE POLLO
*CEBOLLA
*LECHE
*NUEZ MOSCADA
*HARINA
*SAL
*PIMIENTA MOLIDA
*PIMIENTA MOLIDA
*TAQUITOS DE JAMÓN
*DOS HUEVOS COCIDOS Y PARA ENVOLVERLAS OTROS DOS
*PAN RALLADO.
La pechuga se deshuesa, con cuidado que no quede ningún huesecillo y se pica, yo le pongo una cebolla entera al cocido para luego picarla junto con el pollo, aparte de darle vitaminas al caldo, luego le da ese sabor suave a las croquetas, en vez de cebolla cruda y frita en aceite.
En una sartén pongo como tres cucharadas soperas de aceite de nuestro pueblo, Baños.
Cuando esté desahumado el aceite echo la carne y la cebolla, picadas.
Con una paleta de madera le voy dando vueltas para que se mezcle bien todo, después le añado cuatro cucharadas soperas de harina, le doy unas cuantas vueltas a todo y le pongo dos vasos de leche (500 cl) la nuez moscada, pimienta molida y una pizca de sal (ojo el jamón aporta sal)
A fuego lento voy moviendo esta masa para que no se pegue, si veo que está un poco dura le añado una poquita más de leche, cuando se va despegando de la sartén es una señal de que ya está lista para apartarla del fuego, entonces le echo dos huevos duros que previamente he cocido, dejado enfriar y machacado con un tenedor en un plato, y los taquitos de jamón, debe quedar más bien un poquito dura para poder amasarla con las manos, dejamos enfriar y metemos en la nevera.
Cuando la masa esté fría, preparamos en un cuenco dos huevos se baten con una pizca de sal y en otro plato pan rallado, vamos cogiendo con un tenedor masa le damos forma con las manos, las ponemos en un plato y después la embarruñamos en el huevo y por último en el pan rallado, volvemos a darle forma con las manos y ya están listas para freír en aceite bien caliente, o para congelar y después freírlas igualmente pero sin descongelar, son muy socorridas para una visita inesperada o para sacarte de apuro un día cuando no sabes que guisar, con un plato de caldo igualmente congelado en invierno que viene muy bien de primero un plato caliente, o con una ensalada o una buena pipirrana Bañusca en verano.