En las casas en cualquier corral o cámara habia un peculiar supermercado, leche de cabra, huevos y se envasaba al baño María las verduras que se criaban en los huertos.
Este postre era muy habitual, sobretodo por semana santa, o cuando sobraba leche y había abundantes huevos.
Son los clásicos panecillos que se echan al potage de garbanzos, solo que no llevan ajo y perejil.
* LECHE UN LITRO
* LIMÓN
* AZÚCAR 5 CUCHARADAS
* CANELA EN RAMA Y MOLIDA
* MIGA DE PAN
* PIZCA DE SAL
* HUEVOS 2
* ACEITE
Se pone a cocer la leche, un litro, (menos un vaso), con un limón partido por la mitad, una rama de canela en rama, y el azúcar, se va removiendo de vez en cuando.
Mientras, batimos los huevos con una pizca de sal, añadimos el vaso de leche que hemos apartado, y la miga de pan.
Se pone aceite a calentar y con una cuchara vamos cogiendo de esta masa y la echamos a la sartén. Se doran por ambos lados y los vamos poniendo en una fuente, o en tazas individuales.
Se retira el limón y la canela y la leche hirviendo se echan sobre los panecillos.
Espolvorear con canela molida.
Dejar enfriar y meter en la nevera.
Es un postre fácil de hacer, económico y muy rico.