Me encanta las nuevas recetas que mezclo con las viejas que veía en mi casa, suelo hacer experimentos, si salen buenos repito y es que a veces miras en la nevera y no sabes que hacer de comida cada día, así que cuando trabajas fuera de casa te tienes que amoldar al ritmo de vida y buscar recetas rápidas y que entren por los ojos.
En mi niñéz los recuerdos que tengo es que mi abuelo Esteban en invierno, lo primero que hacía era encender la cocina de carbón muy similar en apariencia a las vitrocerámicas de hoy, tenia un gancho largo que utilizaba para abrir los aros de hierro de distinto tamaño, para que diera fuego a la olla de porcelana, en invierno servía también para calentar esta parte de la casa, estaba encastrada en el pollete (hoy encimeras)de la cocina y tenia un agujero cuadrado por la parte delantera de ésta, por donde con una paleta de hierro que nos hizo Eusebio amigo de mis padres y abuelos, se quitaba la ceniza, era muy peculiar aquella cocina hecha de obra, con chimenea blanqueada de cal y aquellas figuras de barro que había por adorno en cada pico, el tío caperuchón y el jarro con cara de hombre, ésta última la tengo en mi casa, en mi chimenea de leña. Estaba alicatada de azulejos rojos pequeños y fregaderos de barro del mismo color, al principio se llenaban de agua de la fuente de la calle Mestanza que mi madre traía a cántaros, luego ya entrados los años sesenta se metió el agua casa por casa y era una gozada abrir el grifo para fregar los platos y lavar la ropa en aquella pila enorme de piedra...
Mi abuelo hacia unas tostadas de pan poniéndolas encima de la placa, a las que antes restregaba ajos, tenia una manera peculiar de hacerlas, con su navaja albaceteña le hacia cuadritos al pan, una vez ya tostadas le ponía el aceite que se conservaba en aquella tinaja de piedra, año tras año cuando se sacaba a granel de las cooperativa, una vez acabada la recolección de aceituna.
Luego mi abuela delantal puesto, se metía en aquella cocina casi toda la mañana, a preparar la comida del mediodía, y casi siempre preparaba algo para la cena y sobretodo los postres hechos con leche de cabra, la mujer Bañusca en aquellos años su quehacer aparte de la temporada de aceituna consistía en cuidar de la casa, los hijos, coser, lavar, cocinar, planchar, cuidar de los animales del corral (cabras, gallinas, marranos etc...) vamos los menesteres de ama de casa, sin descanso, pues no se tenía las comodidades que hoy hay, pero que en parte gracias a ellos hemos podido incorporarnos al mundo laboral.
(Placa similar a la que teníamos) |
Mi hija se ha metido en la cocina y me ha preparado un plato de primero rico, rico, seguro que repito otro día, me comentaba mientras estábamos las dos en la cocina preparando el yantar del mediodía, que este plato se puede preparar de muchas maneras, de calabacin, gambas, jamón dulce, etc... Pero yo lo pongo tal cual lo ha hecho ella.
Lo bueno que tiene es que se prepara rápido, en media hora, sin necesidad de estar toda la mañana en la cocina, es cosa de aprender como decía mi abuela
-No te acostaras un día sin haber aprendido algo nuevo.
INGREDIENTES
MASA DE HOJALDRE
BEICON EN TROCITOS
UNA LATA DE CHAMPIÑON LAMINADO
NATA LIQUIDA (UN BRIT PEQUEÑO)
CUATRO HUEVOS
QUESO RALLADO
NUEZ MOSCADA
NUEZ MOSCADA
CEBOLLA
SAL
ACEITE (DE BAÑOS POR SUPUESTO)
MOLDE REDONDO DE ALUMINIO
PREPARACIÓN
Mientras se prepara el relleno, calentamos el horno a 220º.
En una cazuela ponemos aceite a calentar, rallamos la cebolla y se fríe lentamente hasta que se quede transparente.
Extendemos la masa de hojaldre y forramos un molde de los de aluminio de usar y tirar de aproximadamente20cm.
Pinchar la masa para que no forme burbujas.
En un bol mezclamos los huevos, el beicon cortado a trocitos, el queso rallado, añadimos la cebolla, la nata líquida y el champiñon laminado, previamente escurrido.
Salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada.
Vertemos la mezcla en el molde.
Para saber si esta hecho se mete la punta de la navaja, si sale limpia esta para sacarlo del horno.
Mientras se hacía preparaba el segundo plato, secreto ibérico a la plancha con sal gorda, pimienta molida y zumo de limón.
En una cazuela ponemos aceite a calentar, rallamos la cebolla y se fríe lentamente hasta que se quede transparente.
Extendemos la masa de hojaldre y forramos un molde de los de aluminio de usar y tirar de aproximadamente20cm.
Pinchar la masa para que no forme burbujas.
En un bol mezclamos los huevos, el beicon cortado a trocitos, el queso rallado, añadimos la cebolla, la nata líquida y el champiñon laminado, previamente escurrido.
Salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada.
Vertemos la mezcla en el molde.
Para saber si esta hecho se mete la punta de la navaja, si sale limpia esta para sacarlo del horno.
Mientras se hacía preparaba el segundo plato, secreto ibérico a la plancha con sal gorda, pimienta molida y zumo de limón.
y de postre tarta de profiteroles.
Un menú DIEZ