UN REDOBLE DE TAMBOR
UNA CORONA DE ESPINAS
UNA DAGA EN EL CORAZÓN
MUCHAS LÁGRIMAS CAÍDAS
EN LOS DÍAS DE SU PASIÓN
Y EN SU ÚLTIMA MIRADA
DE ENTRE LA MULTITUD
VE A SU MADRE AMADA
LOS OJOS SE LE NUBLAN
LA VIDA SE LE APAGA
Y SI VOLVIERA A NACER
MILLONES DE AÑOS PASARAN
ÉL LO VOLVERÍA HACER
POR TODOS NOSOTROS MURIÓ
COMO LA PRIMERA VEZ
UN CLAVO EN CADA MANO
EN LA CRUZ LE CRUCIFICARÁN
SUFRIÓ COMO CUALQUIER HUMANO
Y AL JUNTARLE LOS PIES
OTRO MÁS LE CLAVARON
EN DIOS SE ENCOMIENDA
MÁS ES SU CORAZÓN
DE DOLOR ENSANGRENTADO
EL QUE CLAMA PERDÓN
PARA QUITAR LOS PECADOS
Días previos a Semana Santa, todo tiene que estar a su punto, trajes de penitentes, velas, entrenamiento desde hace dos meses los costaleros y desde que pasó la Navidad da gusto oír los redobles de tambores y cornetas desde mi casa al anochecer una vez a la semana.
Eso sí, ya no hay preparativos en casa para llevar la masa en lebrillos de barro a los hornos para hacer las magdalenas y tortas, limpiar las canastas de mimbre, almidonar los mantelillos de cuadros con piquitos de ganchillo hechos por mi abuela, cada ciertos años se llevaban nuevos y luego quedaban una tarde las mujeres para sacar una muestra, entonces no había libros de ganchillo, todo era hecho con la imaginación, mi madre tiene una bolsa llena de muestras tanto de ganchillo como de lana, quiere que las conserve yo, tiene ruedas de infinidad de maneras, patines para bebés de lana, braguillas de ganchillo con pasamanería de seda, patucos, camisillas de ganchillo a juego con las bragas, entredoses, encajes, etc, eso quedó como otras muchas cosas en mis recuerdos de niñez.
Sin embargo a llegar estas fechas, mis padres aún con su avanzada edad no quieren que se pierda parte de esta tradición y mandiles puestos, mi madre dirigiendo y mi padre de pinche hacen todos los años, pestiños y flores para toda la familia y para algún pariente que se dejan caer desde Madrid para la Semana Santa o por si vienen algún hermano de mi madre de Barcelona.
Yo por mi parte ayer hice torrijas, cada año las hago un poco antes de estas fechas, para luego no coger empacho y poder disfrutar de estos dulces de mis padres, incluso hago una bandeja en el horno de magdalenas, pero no es igual que antaño, donde había que pedir día y hora en los hornos para tales menesteres y aún de noche en las madrugás de Lunes o hasta Jueves Santo mi calle era un bullicio de ir y venir a los hornos, con ese olor tan peculiar que había en las casas a vainilla, aceite desahumado con cáscara de naranja, limón, matalauva y canela típico de estas fechas.
FELIZ DÍAS DE PASIÓN EN NUESTRA SEMANA SANTA BAÑUSCA
Días previos a Semana Santa, todo tiene que estar a su punto, trajes de penitentes, velas, entrenamiento desde hace dos meses los costaleros y desde que pasó la Navidad da gusto oír los redobles de tambores y cornetas desde mi casa al anochecer una vez a la semana.
Eso sí, ya no hay preparativos en casa para llevar la masa en lebrillos de barro a los hornos para hacer las magdalenas y tortas, limpiar las canastas de mimbre, almidonar los mantelillos de cuadros con piquitos de ganchillo hechos por mi abuela, cada ciertos años se llevaban nuevos y luego quedaban una tarde las mujeres para sacar una muestra, entonces no había libros de ganchillo, todo era hecho con la imaginación, mi madre tiene una bolsa llena de muestras tanto de ganchillo como de lana, quiere que las conserve yo, tiene ruedas de infinidad de maneras, patines para bebés de lana, braguillas de ganchillo con pasamanería de seda, patucos, camisillas de ganchillo a juego con las bragas, entredoses, encajes, etc, eso quedó como otras muchas cosas en mis recuerdos de niñez.
Fraccisco (Paco) Laguna y Antonia Garrido, mis padres |
Yo por mi parte ayer hice torrijas, cada año las hago un poco antes de estas fechas, para luego no coger empacho y poder disfrutar de estos dulces de mis padres, incluso hago una bandeja en el horno de magdalenas, pero no es igual que antaño, donde había que pedir día y hora en los hornos para tales menesteres y aún de noche en las madrugás de Lunes o hasta Jueves Santo mi calle era un bullicio de ir y venir a los hornos, con ese olor tan peculiar que había en las casas a vainilla, aceite desahumado con cáscara de naranja, limón, matalauva y canela típico de estas fechas.
FELIZ DÍAS DE PASIÓN EN NUESTRA SEMANA SANTA BAÑUSCA