Están verdes las aceitunas, dentro de poco se volverán negras y para primeros de Diciembre comienza la cosecha.
Aceituneros de pío, pío ¿cuantas fanegas habéis cogío? |
Que distinta la forma de coger aceituna de cuando yo gané mi primer jornal, 210 de las antiguas pesetas, ese año hubo una temporada enorme, iba con el Señor, Bueno los Altozanos, el tractor lo llevaba Vidal, la gente, tanto para ir como para venir íbamos montados en el tractor primero vacío, luego lleno de sacos de aceituna, el primero se llevaba a la cooperativa antes de las doce, el segundo nada mas comer y el resto al terminar la jornada metida la aceituna en sacos, ya limpia y nosotros los jornaler@s encima de ellos, ya veis sin cinturón de seguridad, ni nada de ná, a pelo sobre los sacos y aperos de labranza como manteos, medias, etc, las esportillas las dejábamos en el corte entre los troncones de las olivas escondidas, cada una sabíamos muy bien reconocer nuestra herramienta de trabajo.
Nada mas llegar encendían la lumbre, los manigeros porque había dos uno para los hombres y otro para las mujeres se encargaban todo el día de vigilar que nadie estuviera parado, ni se quedara aceituna en las olivas o tiradas en el suelo, el Currillo para los hombres y Juan Pedro para las mujeres.
En la limpia había dos hombres o limpiadores, una para la aceituna cogida de las ramas y otra para las recogidas en esportillas del suelo y dos chiquillos de no más de doce años, que llevaban para si se escapaba algún terrón de tierra o ramas de oliva la quitara con sus manos, las hojas caían al suelo haciendo grandes montones que al mudar de sitio el ato, se encargaban de prenderles fuego para no dejar suciedad en las camás, las manos se les quedaban heladas y con piedras metidas en la lumbre se calentaban, al igual que las mujeres, los hombres a la vuelta con las medias vacias iban con piedras para que nos calentasemos las manos..
Las mas jóvenes nos tocaban ir con los manteos, eramos las primera en empezar con ayuda de los hombres que nada más estar lista le primera oliva se ponían a varear a base de palos con varas hechas de eucalipto, chaparro u oliva de unos dos o tres metros de largas, que cuando empezaba el día, pesaban tres kilos y al acaba la jornada 20, los brazos los tenia bien fuertes y musculosos sin utilizar largas horas de gimnasio, y los abdominales como una tableta de chocolate de llevar medias (espuerta de esparto ) a la limpia, (artefacto donde limpiar la aceituna).
Siempre íbamos cuatro o seis mujeres poniendo y quitando manteos debajo de las olivas y las camás dos hilás de mujeres cogiendo detrás la aceituna del suelo, todo el día arrastradas esportilla alante, las aceitunas que había entre oliva y oliva, las camás, se cogían en cuclillas y de eso se encargaban las las jovencitas.El atuendo mas parecía de primeros de siglo veinte, refajos largos y camisa ancha para poder llevar debajo varias mangas, hace tanto frrio en los meses de recolección, a medida que ibas entrando en calor te quitabas jerséis, eso de estar todo el día arrastrada debajo de la oliva hacia que el frío del barro, te calara hasta las huesos, mi madre el segundo año, me puso una delantera de escay para que esa humedad no dañara mis rodillas como a ella le pasó
Lo mejor, el momento de la talega, nos sentábamos alrededor de la lumbre si hacia frío o debajo de la oliva si hacia calor, se hablaba de todo lo que acontecía en el pueblo, mientras se vaciaban las fiambreras con sencillos manjares, los hombres se pasaban la bota de vino entre ellos, todo era armonía familiar y luego vendría el remate (fiesta como término de recoleccion de la aceituna) al final de la temporada, habría que echarle el pañuelo al amo o en su ausencia al manigero, para que se hiciese saber.
Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma quien ¿de quien son estos olivos? |
Nuestro pueblo tiene miles de olivos centenarios, incluso me atrevería a decir que casi milenarios como su castillo Burgalimar.
Nuestro oro liquido ha sido y es el motor de la provincia de Jaén, el trabajo en el campo a veces no esta pagado con las de fatigas que se pasa.
Es cierto que ya nada es igual, claro que para las grandes casas, lo pequeños agricultores siguen como antaño cogiendo la aceituna, poco mas que una vara, unas espuertas y un rastrillo para hacer montones de aceituna, ya no se limpia en el campo, las nuevas tecnologías también han llegado en la forma de moler la aceituna, ahora se lavan, se clasifican por rendimiento, aquellos antiguos molinos han dado paso a maquinarias modernas dando como resultado un aceite superior refinado y extra virgen embotellado, que hace las delicias de nuestra cocina y nuestras mesas.
Ya no se sirve a granel, entonces cada casa tenia una tinaja o bidón donde se almacenaba el aceite para todo el año, se llevaban en cantaros metidos en alguarines de hierro sobre mulos o borricas hasta sus casas y se vaciaban en ellos donde se conservaban .
En Baños de la Encina hay dos cooperativas, Jesús de Camino y Jesús del Llano dando por nombre a los aceites. Aceites Milenarios y Nuestra Señora de la Encina