POEMAS , RELATOS Y RECETAS.

lunes, 7 de enero de 2013

EL PILAREJO 2

MIS RECUERDOS Y POEMAS


Fotografía de Ana Ortíz
Cogí un libro me encantaba leer, éste tenia por titulo "Las aventuras de Tom Sawyer, ya era la tercera vez que lo leía, me veía como Becky la enamorada  de él  y deseaba que a mí me quisieran como a ella la quería Tom, que arriesgaba su vida por defenderla del indio Joe.
Me encaminé al peñón gordo no se me iba de la cabeza la imagen del chico dándome mi zueco y diciéndome que no tuviera miedo.
Empecé a leer, miraba hacia la llaná,la granja, la vereda del pilarejo, no sabía si era un chico normal o un espejismo de la noche calurosa, no me concentraba miraba para ver si aparecía por algún lado.
Ya estaba empezando anochecer, tenía que volver, pasaba a través de los peñones ya que el portón de mi casa daba a este sitio, había quedado con mis amigas como cada tarde para darnos nuestros paseos en la plaza del pueblo, comprábamos una bolsa de pipas de la confitería de Joaquina, esta era super paciente con la chiquillería de Baños, me embobaba mirando con que habilidad manejaba su mano, era muy peculiar, ya que tenía  los dos  dedos anular y meñique pegados, nació con ellos así, era según  decía una enfermedad congénita.
Dábamos vueltas de la lonja de la iglesia a la pared de correos y viceversa  hasta que nos cansábamos y nos dábamos una vuelta por llaná, eso si, antes de anochecer o subíamos al castillo por la calle Santa María o como era conocida "El Cueto", allí se estaba muy fresquito se divisaba todo el ruedo y el término de Baños, se perdía la vista en el mar de olivos y al fondo  la sierra de Segura y Úbeda...
 Sentí decir.
 _ Buenas tardes.
Me volví y era él.
Apenas pude articular palabra.
_Buenas.
Eso de verse a solas con un chico estaba mal visto en aquellos años y más si era forastero, me dí prisa en levantarme para irme.
_No te vallas, me dijo.
_ Es que es tarde y tengo que irme, además no está bien que hable con un chico a solas.
_Estas sola, nadie me ve, más que tú.
Miré alrededor, todo era normal, la llaná, la granja, el peñón gordo, todo menos él, que decía que solo yo podía verlo.
_ Me atreví a preguntar como se llamaba.
_José María.
_ ¿ Eres de aquí?
_ sí, vivo en el pilarejo
Me quedé sin saber que decir.
_Pero en el pilarejo no vive nadie, es más se secó.
_yo llevo toda mi vida viviendo en él.
_Mi padre me crió ahí, me enseñó a leer y escribir, ahora está muy mayor apenas ve y soy yo quien le cuida a él.
Cada vez estaba más sorprendida, no sabía si se estaba burlando de mí o era un mal sueño.
_No te entretengo, si vienes otro día te contaré algo más, es una historia un poco larga, la verdad es que estoy muy solo y necesito alguien con quien hablar.
_No te prometo nada, intentaré venir.

Los famosos suecos, Toñi, yo y Maribel





...


Mientras caminaba para mi casa, pensaba que chico más raro, dice que vive en el pilarejo, que nadie menos yo le ve.
Le conté mi secreto a Merche y me dijo .
_¿De verdad le has creído?.
_¿ Y por que no ?
_ Que ignorante eres hija.
_Ese es un forastero, que conoce muy bien la historia del Pilarejo, hijo de algún emigrante.
_Tienes razón, que tonta he sido, de todas maneras me ha dicho que si puede volver a verme, que su historia es muy larga  y que está muy solo.
_Allá tu, pero si quieres puedo ir contigo, a ver si yo lo veo o no, ya verás como es mentira.
Quedamos vernos al día siguiente en el peñón gordo, a la hora que más o menos lo vi el día anterior.
 Merche encendió un cigarrillo LOLA, teníamos escondida una cajetilla debajo de unas piedras con cerillas, estábamos aprendiendo a fumar y nuestro punto de encuentro para tal menester era el peñón gordo, desde allí veíamos muy bien  si alguien venía ya que tenia unas vistas que dominaban toda la llaná, los peñones, las canteras, el pueblo, el castillo...
No vino, nos quedamos esperando, Merche me dijo. _¿Estás segura  que  has visto un chico ? 
_Lo mismo pasaste tanto miedo la noche que perdiste el zueco, que creíste ver alucinaciones.
_Vale (contesté) esa noche de acuerdo, pero lo de antes de ayer, era anocheciendo, estaba tranquila, no tenia miedo, puede que al verme  contigo se haya dado la media vuelta, quizás solo quiera verme a mi.
_Bueno chica vayámonos se hace tarde y hemos quedado con todas en la plaza, ya me contarás si lo vuelves a ver. 
Al día siguiente volví al peñón gordo y allí me estaba esperando.