Aún quedan veintiún días para que acabe el verano pero huele a tierra húmeda, como han habido tormentas estos dos últimos días, el agua ha mojado la tierra ardiente del verano.
Se notan las noches mas frescas, me recuerdan aquellas de mi niñez en la que todo el día era para jugar en la calle, estas eran casi todas empedradas o terrizas, la sierra traía aromas de mil colores a pesar de estar todo seco.
Las primeras lluvias hacia que todo se removiera, a veces con una turbulencia exagerada, que hacía que la calle Mestanza bajara "de bote en bote" de agua, incluso las casas de la parte que daban a los peñones, que eran mas bajas que la calle se inundaran,
Recuerdo que a la mía le pasaba eso, y parecían
los portales
un riachuelo, bajando las escaleras del corral en pequeñas cascadas, atravesando este y teniendo como desembocadura los peñones, bajaban por los turrumbetes hasta las colas aveces estaban tan bajas que dejaban ver a la fuente Cayetana, si eso ocurría es que había sequía y parte de Baños de la Encina se abastecía de esta fuente romana.
Cierro los ojos y veo pasar todos mis recuerdos como en una película super ocho en blanco y negro, será por que me voy haciendo vieja, soy consciente que tres cuartas partes de mi vida ya la he vivido y esta última quiero vivirla a tope, dejar toda clase de apuntes, escritos, memorias en papel, por si un día no muy lejano mi mente se quedara en blanco, tengo lapsus en que se me olvidan las cosas y me da miedo a no recordar todo lo bonito que he vivido, es por ello que quiero dejar constancia de mis recuerdos, al igual que el título de mi blogs."Mis Recuerdos, recetas y Poemas"
Estoy melancólica, puede que por el final de verano, que al igual que mi vida está en su tres cuartas partes, al año le queda como a mí, una cuarta parte para que se acabe, vendrá otro nuevo año, nuevas ilusiones, amores que nacen, historias que terminan y yo seguiré escribiendo poemas, recuerdos, relatos, recetas...
Seguir con mis tareas empezadas, porque, por solo una sonrisa de alguien que lea estas lineas, habrá merecido la pena, perder un ratito de mi tiempo en mi querido blogs.
No esta el tiempo para muchas bromas con lo que esta cayendo, pero es mejor mirar en positivo, ver siempre el vaso medio lleno a medio vacío, pensar que con cada etapa de nuestra vida siempre se saca algo bueno y si nos equivocamos aprender la lección y no volver a tropezar con la misma piedra, aunque seamos tan testarudos que volvamos una y mil veces a empezar de nuevo, pensando que no va a pasar otra vez.
Adiós Agosto, bienvenido Septiembre, la época en mi pueblo de la berrea de los venaos, la sierra se inundara de coches a ver si hay suerte y se dejan ver, aunque en Corrales siempre alguna manada que se ve, las primeras lluvias después del veranillo de San Miguel, las aludas revoloteando cuando sale el sol, ya no se recogen para los maridos, hermanos e hijos, no se pueden cazar pajarillos, otra tradición que se va perdiendo, cuando antes en esta época gracias a los aros de trampas, se comía en una casa, o se juntaban cinco Bañuscos en un coche y se traía de la Mancha, sacos y sacos de estos, dando trabajillo extra a zagales-as en casa de Agustina, Encina y mas tarde Margarita, pelando y poniéndolos de docena en docena para abastecer montones de bares de la comarca, era típico pedir una ración de pajarillos, ahora esta prohibido.
Luego para los santos Baños se queda solo, la gente se va al campo es una tradición Bañusca, al llegar esta fecha las campanas de la Iglesia no dejaban de tocar, las mujeres se pasaban el día en el cementerio, arreglando las tumbas de seres queridos, todo empezó juntándose unos cuantos amigos para irse estos días a pasarlo lejos del pueblo sin tener que oír el repiqueteo constante de las campanas al principio se iban solos, más tarde grupos de amigos-as, niños, matrimonios y se ha convertido en una tradición lo de las migas y gachas santeras de acampada en cualquier cortijo, choza o tienda de campaña, recogiendo los frutos de la naturaleza, hongos, níscalos, incluso tempranos espárragos, a un Bañusco lo dejas en mitad de la sierra y no se muere de hambre.
Mientras tanto intentar ser felices y disfrutar de cada día que amanece, cada hora, cada minuto y mirar la vida con una sonrisa.
Ubeda 30 Agosto 2013 |