Era normal escucharlo entre la gente joven ya que iba dirigido a ella, las amigas nos reuníamos para ver si había escrito alguien de Baños solicitando una canción y dedicarla, bien por que era el cumpleaños de una amiga, su santo, alguna que otra vez para decirle al chico que le gustaba a una de nosotras a ver si se animaba y la decía algo a esa chica.
Paqui, Mª Dolores,Maribel,Rosi,Yo,Tony y Toñi 1973 |
Nos inventamos un nombre para que nadie supiera quienes éramos BAJEPEFRANCAN, eran las iniciales de los chicos que por entonces nos gustaban
Las canciones de por aquella época de moda y las que más se solicitaban eran las siguientes:
"Recorriendo voy las calles del viejo parís" del grupo Solera.
"El gato que está triste y azul" de Roberto Carlos
"Por el amor de una mujer" de Dani Daniel
"Esa niña que me mira" de Los puntos
"Cuando salga la luna" de Los puntos
"Juli" de Los diablos
"La cenicienta" de Fórmula quinta
"Algo de mí" de Camilo sexto
Y un largo número de canciones que había.
Foto en mi terraza en la calle Mestanza 1970 |
También por aquellos años había unas máquinas en los bares, donde se echaba dos pesetas y podías poner la canción que te gustaba, el padre de mi amiga Angustias tenía una en su bar llamado "El colorín" pasábamos pinchábamos una canción en la que todas cooperamos con nuestro dinero, por que aún no teníamos edad de ir al baile.
Esa era época de probar nuevas cosa y experiencias una de ellas el tabaco, recuerdo que bajábamos a la plaza a la confitería de Joaquina, esta mujer tenía dos dedos pegados de la mano, siempre nos quedábamos embobadas mirando como se desenvolvía con aquel defecto genético, comprábamos un cigarro para cada una PIPER y cuatro cinco cerillas que nos costaba un céntimo de las antiguas pesetas, luego nos íbamos a a llaná a fumar a escondidas, creo que la experiencia no me gustó, no le sacaba nada a aquéllos de aspirar humo, con aquella tos que me daba al tragar el humo, así que gracias a Dios no me hice adipta a es vicio, otras amigas del grupo sí que se engancharon y acabaron comprando entre ellas aquella cajetillas de cigarros llamados PIPER o LOLA y otra de cerillas y las escondían en el peñón gordo, allí íbamos por la tarde desde la llaná dando un paseo después de darnos varias vueltas en la plaza del ayuntamiento desde la lonja de la iglesia de San Mateo hasta la casa que hoy es de correos.
Ni que decir tiene que por esa época conocí al que luego sería mi novio y después mi marido.
Recuerdos preciosos de la juventud
Que a medida que pasan los años
más se recuerdan con cariño