Su mente quedaba en blanco, a veces demasiado tiempo
El tiempo le fue quitando recuerdos que guardaba en su memoria
Trazos de su vida, que intentaba recordar y se quedaban en laguna vacías.
Sueños que se convertían en nada.
Colores que se quedaban en blanco, al tratar de identificarlos.
Algunas veces veía en sus sueños, caras de personas que les recordaban a alguien.
Y al intentar recordar quienes eran, desaparecían.
Pero había una chica de pelo blanco, que siempre estaba ahí.
Que le daba de comer, lo afeitaba, le ayudaba a vestirse.
Y algo en su corazón, le decía que llegaría a enamorarla.
_¿Y mi nombre? ¿por que no lo recuerdo?
_ ¿Por que me acaricias la mano, te conozco ?
_No sé, contestaba mientras le sonreía
Ella seguia hablándole con ternura, a quien tanto amaba y había sido su esposo, amante, padre de sus hijos y abuelo de sus nietos, 55 años juntos, toda su vida junto a él.
_ Pero quiero tener una historia de amor contigo.
Le decía con ternura ella.
El le agarraba la mano, le acariciaba la cara y continuaba hablándole.
_¿Sabes? quiero que me acaricies, me recuerdas tanto a una persona, creo significó mucho en mi otra vida.
– Qué suerte tuvo esa persona. Le susurraba tranquila mientras le daba un beso.
_ Que afortunado, que fue el primero que te acarició.
_ ¿Sabes? Creo que te estoy empezando a querer.
Ella respondió .
_Y yo también.
