Fotografía de Ana Ortiz |
Baños, si tiene playa, aún estando enclavado en plena sierra morena, tenemos la suerte de tener playa de agua dulce y en los veranos calurosos es una gozada bajar por la carretera a darte un chapuzón.
No recuerdo el año exacto, pero echaron varios camiones de arena, para poder andar mejor entre las pizarras, serían a finales de los años sesenta.
Una vez en la explanada de arriba pusieron un chiringuito en el que se vendía bebidas frescas y en las noches cenar al fresquito en la sierra era una gozada.
Luego en la adolescencia con mis amigas en la playa del Tamujoso o la Picoza conseguí aprender a mantenerme sobre el agua, que no a nadar, pero vamos me defiendo.
Tengo unos recuerdos preciosos de aquellos días, con quince años tienes tanta ilusión, el primer amor, el primer beso, se ve todo de color de rosa te quieres comer el mundo y resulta que el mundo te come a ti.
Bajábamos a la playa o la picoza en un plis plás, a veces el padre de mi amiga Toñi que estaba por allí de vaquero nos cruzaba la picoza con su barca recuerdo que los ligues (medio novietes ) que teníamos se cruzaron la picoza a nado con una mano y en la otra los zapatos y la ropa por estar con nosotras, vamos que ni nos enterábamos de la caminata hasta el agua con las risas y las bromas, íbamos siempre cantando canciones de aquella época o las aprendidas en la escuela en los días de excursión, con las monjas casi siempre a la piedra escurridera.
Ahora que vamos de campo
Ahora que vamos de campo
Vamos a contar mentiras tralarán
Vamos a contar mentiras tralará
Vamos a contar mentiras
Fotografía de Ana Ortíz |
Por el mar corre la liebre
Por el monte la sardina tralarán
Por el monte la sardina tarlarán
Por el monte la sardina
Me encontré con un peral
Me encontré con un peral
Cargadito de manzanas tralará
Cargadito de manzanas tralará
Cargaito de manzanas
Empecé a tirarle piedras
Empecé a tirarle piedras
Y caían avellanas tralará
Y caían avellanas....
Luego para la subida siempre poníamos las toallas bien mojadas en agua y nos la poníamos en la espalda para sobre llevar el camino con tanta calor hoy en día ya se van notando los años, bajo de vez en cuando dando un paseo y la la vez me gusta recordar aquellos años de mi juventud.
Fotografía de Ana Ortíz |
Tiene unas aguas cristalinas, tranquilas que invita a meterse en ellas, por la noche es una gozada estar al lado del agua, se está tan fresquito.