Esta es una historia de mi imaginación infantil, alguien que le gustó mi primer relato "El fantasma de la sábana blanca" me dijo.
_Precioso Encarnita, espero con impaciencia la próxima mini-novela, me ha encantado...
Ya la tenía empezada, la pondré en varias entradas, es un relato corto, espero que os guste, no soy escritora, ni poeta, solo que me gusta escribir, tengo tantas cosas empezadas, las dejo, un día escribo, luego empiezo otra cosa...Mi imaginación a estas alturas de la vida donde hace tiempo pasé la mitad de mi existencia hace que quiera compartir en mi blogs, estas pequeñas entradas, recetas, poemas, bueno junto-palabras que creo que riman, yo no entiendo ni de estrofas, ni de prosas, ni de poesía, cometo faltas, no tengo una preparación universitaria, pero lo que escribo lo hago poniendo más el corazón que mi preparación.
Al grupo se ha incorporado MariLoli y Luisi, la primera vecina de la calle y Luisi compañera de la escuela de las monjas "Hermanas de Cristo Crucificado " donde cursamos estudios Ani, Tony, Luisi y yo, Toñi y Mariloli lo hacen en el grupo mixto Nuestro Padre Jesús del Llano.
Las casas de Ani, su hermana Choni y MariLoli por la parte de de los portones dan al Cotanillo, lugar lúgubre sin salida y muy oscuro de noche en la parte más alta se escucha el cine de Chivica y los más valientes van allí de noche para escuhar las películas, se oyen de lejos pero les da igual, así la imaginación hace de las suyas y junto con las carteleras que ponen en la esquina que hay cerca del kiosco de Doro poco menos se necesita pues no pagan entrada
lo más singular del Cotanillo es la cueva que hay en él, unos dicen que es un socavón antiguo que llevaba a la parte de abajo de la Iglesia de San Mateo y que adecuaron en la guerra Civil Española como refugio, por si bombardeaban Baños los aviones, sea como fuera, sólo Mariloli había entrado hasta el final decía que apenas se veía y que había como una especie de charca de agua que estaba buenísima de beber, nos picó la curiosidad y propusimos de ir a investigar esa cueva, compramos velas de Paquito Juan Rafael y nos llevamos cuerdas.
Era sábado salimos por el portón de Ani más cercano al socavón, Mariloli se encargo de guardar lo que habíamos comprado en su corral detrás de las macetas que su abuela cuidaba,
así que nos propusimos descubrir si había algún secreto en dicha cueva.
En primer lugar iba Mariloli ella conocía bien el camino, no le tenía miedo a nada, ella era mi icono si alguien se metía conmigo ella me defendía, tengo que decir que yo era muy poquita cosa, delgaducha, con dos trenzas, vamos iba a la usanza de aquella época al igual que Toñi, Luisi llevaba el pelo corto, era rubia natural con unos ojos verdes preciosos y Tony era la más audaz con un corazón enorme, a sus trece años recuerdo que se teñía el pelo con agua oxigenada, Ani era callada mi amiga de toda la vida, las dos habíamos nacido en la calle Mestanza, siempre estábamos juntas, hasta este año que en Septiembre se iría a Jaén con sus abuelos, quería ser enfermera, cada una teníamos una meta, algunas nos quedamos en la salida, ella sí lo consiguió, al igual que Rafael, Pedrín y José Manuel...