HUEVOS REBOZADOS

Esta receta para todo aquel que vive en Baños de la Encina, sabe que es una tapa muy típica primero del bar del Pelón, mas tarde del Hotel Baños, éste, tiene unas vistas preciosas está ubicado en el peñón gordo,en el que tantas veces jugué de niña,  es el mismo propietario del bar del pelón como le dicen en Baños de mote, el Señor Lara y sus hijos.
Lo ponen acompañado de altramuces, recuerdo que Doro allá en su kiosco al final de la cuesta de la calle MESTANZA en verano los vendía en aquella tinaja de barro y en un cucurucho de papel de traza, nos ponía un cucharón de esos que tienen agujeros para escurrir el agua, esa era la medida, creo que eran a dos pesetas allá por los años sesenta,  les salía buenísimos, buen hombre Doro que paciencia tenía con los niños, en los que me incluyo yo.

Esta receta es fácil de hacer yo los hago en casa y les encanta a los míos, sobretodo a mi nieta Sheila , pero siempre que voy al hotel y me pregunta ¿ que quiere de tapa ? digo.
_ Huevos moles.
Que es como se les llama aquí en Baños, pero esa es otra forma de hacer los huevos,  y ya pondré otro día la receta, como postre son exquisitos.

INGREDIENTES:

HUEVOS COCIDOS

HARINA

NUEZ MOSCADA

LECHE

SAL

PAN RALLADO

HUEVO BATIDO

ACEITE DE LOS DE BAÑOS

Se cuecen los huevos con sal, unas vez enfriados se pela y se cortan por la mitad.
La besamel se hace como si fuéramos hacer croquetas, se pone el aceite a calentar y en un cuenco mezclamos la harina y la leche, incorporamos a la sartén junto con la sal y una pizca de nuez moscada molida, movemos con una cuchara de palo a fuego lento hasta conseguir una masa con la que poder trabajar con las manos.

Cuando aún está caliente (pero que no queme ) ponemos la besamel en un recipiente con una cuchara, ponemos medio huevo, sobre esta, encima ponemos otra poca besamel, nos untamos las manos con un poco de aceite para que no se pegue en los dedos la masa, y damos forma

.

En un cuenco tenemos preparados dos huevos batidos con sal, embarruñamos los  huevos rebozados de besamel,  después le envolvemos en pan rallado.

En una sartén ponemos aceite a calentar y se fríen.

Al sacarlos los ponemos a escurrir en un plato con  papel secante o papel de cocina para que empape el resto de aceite.

Ya veis que receta más fácil, pero si venís a mi pueblo pasaros por el hotel Baños y los pedís de tapa con una cerveza bien fresquita, mientras contempláis el castillo milenario, el pantano (las colas como le llamamos) o nuestra sierra Bañusca, con ese olor que viene de ella a jara, tomillo y romero .