PARA MI NIETA
Un diente se me cayó
Que cara de vieja tengo
Con el hueco que quedó
Mi padre me dijo
Ponlo debajo del almohadón
Que el ratoncito Pérez vendrá
Y dinero te dejará a mogollón
Tardé mucho en dormirme
Y dormí de un tirón
Más al despertarme
¿Sabéis que encontré yo?
Un sobre en color rosa
Que ponía_ De parte de tu ratón
Había un billete y una carta
Con muchos besos, un millón
Gracias ratoncito
Papá no me mintió.
Los años van pasando y cuando ves a tus nietos vuelves a revivir tu infancia, vuelven los recuerdos, crié a mis hijos con ellos el deber, con los nietos la ilusión, esa ilusión de volver a ser niña a través de ellos, jugar al corro de las patatas, cantarles al dormir una canción y cómo no, vuelves a reir cuando ves que no ha pasado tanto tiempo de jugar a las muñecas, al colache, a la cuerda, con ellos vuelves hacerlo, se te olvidan los problemas y hasta los dolores desaparecen, recuerdas cosas que tenías olvidadas pero que siempre estuvieron ahí, esperando ser despertadas con la llegada de un niño a tu casa y que a medida que van creciendo vas recordado más cosas de tu infancia, como la caída de los dientes, entonces no había ratón pérez, recuerdo que mi padre me decía cuando se me caía un diente : Mételo en la cerradura de la puerta, los primeros era una estampa ver a mi padre con un hilo para intentar atarlo al diente y tirar de él, después recuerdo que yo misma me los quitaba empezaba a moverlo y cuando ya estaban casi caídos, los retorcía y los arrancaba.
Como no era muy grande la cerradura se podía ver la colección de dientes de leche, asomando la cabeza, primero subida a una silla, más tarde ya no hacía falta llegaba a verlos sin ni siquiera empinarme, recuerdo que los sacaba y jugaba con ellos, eran mis dientes de leche, ahora reemplazados por otros más grandes y más fuertes, estuvieron allí no sé cuanto tiempo, supongo que hasta que se me olvidó que estaban allí.
Con el paso del tiempo, bastantes años, cuando mudó mi hijo su primer diente ( a él ya sí le dejó un regalito el ratoncito pérez )un día que bajamos de Madrid metí el dedo a ver si seguían, sólo encontré polvo.