Mi colcha novial, la empecé con 15 años me trajeron el hilo de Madrid de la tienda "El gato negro" situada en la plaza mayor, la hermana de mi abuela "Patro" eran 8 kilos de hilo de algodón blanco en madejones que mi entonces novio me ayudaba a devanar en ovillos para poder hacer mejor las ruedas
MI SÁBANA NOVIAL
Fue la más laboriosa, de fisteré y punto jazmín, quería que fuese especial como lo era mi noche de bodas, siempre la pongo para nuestro aniversario y la puse cuando nació mi hijo y mi hija al venir del hospital
Sábana de fistiréde lazos en rosa
Después siguieron muchas más bordadas a máquina en total 18 juegos de sábanas, las tengo repartidas entre la Carolina y Baños, para todas y cada una de ellas, recuerdo que buscaba la más bonita para que cada una fuera especial, mantelerías bordadas y otras a punto de cruz, juego de de toallas con mis iniciales, tapetes de ganchillo unos hechos por mí y otros por mi abuela, ella era la que se encargaba una vez terminadas de bordar de coserlas. Tuve una gran maestra Mª Luisa hija de Luis y Bonosa, son conocidos por el primer hotel de Baños Mira sierra, ahora restaurante, donde al igual que tenía unas manos privilegiadas para los bordados, ahora las tiene como gran cocinera del restaurante herencia de sus padres, nos enseñó a bastantes niñas por aquellos años, en una habitación del hotel, por aquellos días estábamos, Luci Conejero, Paqui Marti, la hermana de Mª Luisa, Ramona haciéndose el dote,etc... antiguas alumnas que iban a por dibujos para hacerse sus sábanas, por la tarde aquella habitación de la última planta que hacía esquina de Hotel Mirasierra se convertía en un improvisado taller de bordado, era un ir y venir y sobre todo cuando los jugadores del Linares club de fútbol estaban concentrados o el novillero de turno se ponía a ensayar en la terraza del Hotel.
Aquí pongo un poco de todo de lo que hice para mi dote
Bordada en tela sobrepuesta
Sábana de bodoques y ojetes
Sábana bordada en arena.
Toalla a punto de cruz y punta de ganchillo
Las sábanas de mis hijos para la cuna y cochecito hechas con mucho cariño e ilusión.
Ahora dueme en ellas mi nieta
Sábana de cuna
Sábana de cuna
Sábana de cochecito a punto de cruz
Mantelería de rechilé, cortadas con mucho cuidado de no romper la tela.
Sábana bordada de rechilé en azul matizado.
Estuve durante doce años bordando para la calle en Madrid,
me servía de distracción y la vez me ganaba en mi casa un dinerillo extra sin desatender a mis hijos, tenía muy buena clientela recuerdo que cuando iban con la tela y les empezaba a sacar revistas y dibujos para hacerle el bordado siempre acabábamos tomando café, luego el ritual cortar almohada, cuadrar la sábana , dibujarla y por último meterla en el bastidor y empezar a bordarla en el color que me indicaban siempre a gusto de ellas, cada una era especial, cuando estaba planchándolas para entregarla en papel de seda blanco siempre me daba lástima deshacerme de ellas, me imagino que igual le debe de pasar a los pintores cuando tienen que vender un cuadro, es una obra tuya en la que has puesto todo tu cariño, no sé cuantas bordé pero a una media de 4 juegos de sábanas por mes, más alguna que otra mantelería también al mes y varios juegos de toallas para marcar las iniciales, perdí la cuenta, también bordaba para la iglesia Nuestra Señora de la Asunción de Daganzo e hice de ganchillo de 70 c.m. de ancho por 2 metros de largo para el altar una preciosidad, todo quedó en ese pueblo tan querido por mí.