Y llegamos al final de este curso de informática.
Al menos ha sido como antaño y no como los dos últimos años, el COVID cambió y mucho nuestros días. Enrique hizo lo que pudo, lo intentó mediante clases virtuales, instalando cámaras a los ordenadores, incluso separándonos, un alumno por mesa, desinfectantes en manos , ratón, sillas, mesas, con las puertas abiertas en pleno invierno, nos llevamos guantes, mantita para las piernas, parecía que estábamos en el Polo Norte, aún así no claudicamos, él sí, aún a su pesar y después de muchos años se jubiló el año pasado, al cerrar el curso y en la comida le deseamos mucha suerte en su nueva etapa y el nos regaló un recuerdo, que si Dios quiere, en los años que nos queda veremos crecer en este sitio tan emblemático, como es la llaná, para muchos Bañuscos, una encina.
Y le pasó el testigo a Álvaro, el primer curso y la despedida? Hasta dentro de unos meses, pocos, no sabremos si éste próximo año, seguirá en Baños, ojalá, y es que es como un poquito de nuestro hijo, por edad , lo podría ser, mi hijo tiene la misma.
Ha sido un curso normal, pero que debido a la pandemia, casi hemos tenido que empezar de cero, y es que a nuestros años, memorizar cuesta un 🥚y parte de otro 😭.
Hemos ido de viaje a Sabiote, y el encuentro de escuelas de adultos fue en Baena , Zuheros y Doña Mencía.
Cada año se sigue ampliando el número de matrículas, y eso es bueno, porque a esta edad, donde nuestros abuelos, esperaban tranquilos, la muerte, nosotr@s, esperamos los días de clase, para aprender cosas nuevas, ilusionarse con los viajes, cafés de cumpleaños 🎂 y celebraciones de las fiestas populares y autóctonas de Baños...
