Recuerdo de adolescente ir a por agua por la antigua verea que aún se ve desde "la llaná", mi abuelo Esteban me aparejaba la borrica con los aguarines, ponía los 4 cántaros que teníamos en la cantarera de madera y bajaba para tener agua, de aquel manantial para beber.
Colas de Valdeloshuertos |
Hacía mucho tiempo que no llovía, el pantano del El Rumblar que hay en mi pueblo Baños de la Encina (Jaén) al igual que ahora estaba a mitad de su capacidad, impresiona verlo en este estado dejando parte de el fondo a la vista, cuando se llena es grandioso, abren las turbinas para achicar aguas, pero en este estado es desolación.
Algo bueno tiene cuando no llueve y es que deja ver parte de los secretos que las agua cubren en época de abundantes lluvias, uno de esos secretos guardados en sus agua profundas es la fuente Cayetana, y parte del poblado de Peñalosa, de casi 4000 años.
Poblado de Peñalosa. |
Tenía catorce años y una imaginación, entre soñadora y real.
Soñaba con mi príncipe azul, ese que llega a tu vida para sacarte de un sueño adormercido y que al besarte te despierta como el cuento de la Blancanieves....
Había sequía y bajaba a por agua a la fuente Cayetana, llenaba los cántaros uno a uno, se tardaba bastante ya que salía poco más que un hilo de agua de aquel manantial romano y mientras sujetaba las asas de cántaro de barro dejaba volar mi imaginación.
De pronto oí una voz que salía de aquel pozo, mire a través del hueco estaba oscuro.
_ Ayuda por favor.
_ ¿ Quien eres ?¿ que haces ahí dentro?
_ Me caí y no puedo salir.
Aparté el cántaro y me asomé un poco más por aquel hueco oscuro, no se veía nada.
_Espera voy a buscar ayuda y vuelvo.
_¡ NO!, no me dejes baja a por mi, por favor.
_ Es que no se como se baja, apenas se ve y no se como ayudarte a subir.
_Hay unos peldaños de pizarra .
Me lo pensé unos segundos, dejé el cántaro a un lado y empecé a bajar por aquellos peldaños, agarrándome a la pared de piedra, solo había unos tres metros, al llegar abajo había pizarras y agua, una especie de poza sobrante de la que salía por el manantial, se veía poco, pero lo suficiente para verle en un rincón, sentada sobre una piedra, me extrañó su indumentaria, iba vestida con un vestido de holganza y seda y en a cabeza tenia un turbante.
_ ¿Quien eres ? ¿ Que haces vestida así?.
_De pronto empecé a marearme en aquella penumbra y caí al suelo.
Desperté y vi una sala en la que había dos chicas vestidas de moras, les pregunté como había llegado allí.
Se miraron y comenzaron hablar., las dos
_¿Conoces la historia de las dos hermanas?
_Nosotras somos ellas
_Nuestro encantamiento ha perdurado a través de los tiempos
Se turnaban al hablar y yo alucinaba.
_Nuestro padre mandó que nos mataran poniendo una piedra atada a nuestros pies, al renunciar a nuestra fe de Alá y bautizarnos y convertirnos en católicas, al hundirnos emergieron dos rocas en ese lugar, y quedamos enterradas bajo las aguas del pantano.
No daba crédito a lo que oía, y veía, me restregaba los ojos pensando que era un sueño.
Solo al bajar las aguas cuando hay sequía queda al descubierto esta fuente y nuestro encantamiento, cuando alguien nos libere de él, podremos estar en Paz.
_Y yo que tengo que ver? (Pregunté)
_Te hemos visto bajar varias veces y sabemos que solo tu puedes liberarnos, porque sólo tu crees que vivimos dentro del encierro de nuestro corazón, al llamarte y bajar, muchas veces lo hemos intentado y al pedir ayuda, han salido corriendo, pensando que eramos fantasmas.
_Si y ¿ como?
_Tienes que traer dos cosas para librarnos de nuestro encantamiento, nuestro padre arrancó de nuestro cuello las medallas que nuestros esposos nos regalaron, están en el fondo de la fuente Salsipuedes, la que emerge agua rojiza, desde que nuestro padre se clavó su daga y murió, el se arrepintió de lo que hizo pagando con su muerte el mal que nos hizo, más nuestras almas no descansaran en paz, mientras no tengamos nuestras medallas en el cuello, prométenos que las buscarás y nos las traerás.
Alucinaba con su relato, pero no se porqué, les creía.
_Si, os lo prometo.
_Pues sal de aquí y cumple tu promesa, las medallas están en dicha fuente, ahora descubierta por la bajada de las aguas, en una piedra blanca que hay al lado, están.
Crucé un pasadizo y salí por donde había entrado.
Mi borriquilla Cervata me estaba esperando junto a Cartucho el perrillo que no cesaba de ladrar debido a mi ausencia.
Acabé de llenar los cántaros, y subí con la burra de reata por la verea que me llevaba a mi casa a través de los peñones de la llaná.
Había hecho un juramento y tenía que cumplirlo.
Pasaron varias semanas y no cumplía lo prometido, cuando dormía siempre tenia una pesadilla donde veía a las dos hermanas llamándome, con las manos me decían.
_Ven.
Pregunté donde quedaba la fuente Salsipuedes y una mañana temprano me dirigí a ella.
Allí estaba manando aquella agua rojiza tan peculiar.
Me acerqué y busque la piedra blanca que ellas me habían dicho.
Allí estaba, un poco sucia debido al paso de los años pasados debajo de las aguas.
La moví, y vi que había una cajita en un hueco, me temblaban las manos al cogerla, la abrí y vi dos medallas idénticas.
Con la misma agua de la fuente empecé a lavarlas y poco a poco vi que iban cambiando de rojizas a plateadas, pero lo que más me impresionó, que el agua a partir de ese momento se volvía cristalina.
Castillo de Baños y Fuente Cayetana |
Era tarde y no me daba tiempo de ir a la fuente Cayetana, pero al día siguiente mi abuelo me aparejo la burra con los aguarines y los cantaros , cogí las medallas y me dirigí a mi cita con las dos hermanas.
Al llegar a la fuente, até a la Cervata y me acerqué a la fuente, llamé con voz fuerte, y retumbo aquel hueco, no me contesto nadie, baje por los peldaños y no las encontré, más yo había hecho una promesa y estaba allí cumpliéndola.
Dije en voz alta.
_ Aquí tenéis vuestras medallas, os lo prometí.
Me fuí hacia un hueco y las dejé, al momento se desprendió parte de ese hueco y las medallas desaparecieron, me dió miedo y salí corriendo por los peldaños hacia el exterior...
Habían dos palomas blancas posadas en la fuente, que no se inmutaron al verme, pero lo que más me sorprendió, es que ambas llevaban en el cuello las medallas.
Ví como emprendía el vuelo hacia el castillo y supe que eran ellas las dos hermanas libres a fin de aquel hechizo.
Sonreí de haber acabado con aquella pesadilla, empecé a llenar mis cántaros y cuando terminé me fuí para mi casa....
Lo mismo fue un sueño, pero un sueño maravilloso
_ Aquí tenéis vuestras medallas, os lo prometí.
Me fuí hacia un hueco y las dejé, al momento se desprendió parte de ese hueco y las medallas desaparecieron, me dió miedo y salí corriendo por los peldaños hacia el exterior...
Habían dos palomas blancas posadas en la fuente, que no se inmutaron al verme, pero lo que más me sorprendió, es que ambas llevaban en el cuello las medallas.
Ví como emprendía el vuelo hacia el castillo y supe que eran ellas las dos hermanas libres a fin de aquel hechizo.
Sonreí de haber acabado con aquella pesadilla, empecé a llenar mis cántaros y cuando terminé me fuí para mi casa....
Lo mismo fue un sueño, pero un sueño maravilloso
donde sé que hubo perdón y arrepentimiento y en parte yo puse mi granito de arena.
Espero os guste este mini cuento, basado en un hecho histórico que ocurrió en Baños dé la Encina (Jaén)
ResponderEliminarÉsta "leyenda" de las dos hermanas ha pasado de generación a generación, contada como cuento.
https://enlaga1958.blogspot.com/2014/04/leyenda-de-las-dos-hermanas.html?m=1
ResponderEliminarEnlace que dió a mi imaginación, este relato.
Una historia pasada de padres a hijos, no hay leyenda mejor expresada, que la de contarla generación, tras generación
Muy bien muy bien contado
ResponderEliminarMuchas gracias anónimo.❣️
EliminarMuy bonito !!!Me encanta la historia... La verdad que tiene muchas leyendas y bonitas en Baños
ResponderEliminarGracias!!!.
ResponderEliminarMe encanta inventar historias, sobre leyendas de Baños de la Encina, el pueblo donde nací 🥰