EL CUENTO DE LA ASADURA
Este cuento, me la contaba, tanto mi abuela Juana, como mi madre, y, aprovechábamos cuando se iba la luz, y al resplandor de las velas, hacía que fuera más tenebroso.
Entonces decíamos, vamos a contar cuentos de miedo y acabábamos con este clásico.
Y una vez que empezaban, lo que parecía ser un cuento infantil, se convertía en una pesadilla, que ni los mejores productores de América, lo podrían haber hecho jamás.
Ellas, al ponerse a contarlo, ponían la voz tenebrosa, y hacía que nos abrazáramos, para que el miedo, nos dejara llegar al final de la historia.
Así pues empezemos.
Había una vez una mujer que tenía una hija. Un día la mandó a la carnicería a comprar una asadura, La niña se encontró unas amigas con las que se puso a jugar y perdió el dinero .
Muy apurada no sabía qué hacer, y se acordó de que se había muerto una mujer, y fue al cementerio y le sacó la asadura.
Cuando llegó a su casa su madre puso la asadura para cenar y luego se fueron a la cama. A la media noche sintieron voces que decían:
María, dame la asadura dura que me quitaste de mi sepultura!
Y la chica decía:
-¡Ay madre! ¿Quien será?
Y la madre decía:
- Calla, hija, que ya se irá.
Pero la muerta entonces decía: -¡No me voy, que en el primer escalón estoy!
¡María, dame la asadura dura que me quitaste de mi sepultura!
Y la chica decía:
-¡Ay madre! ¿Quién será?
Y la madre decía: -Calla, hija, que ya se irá.
Pero la muerta decía:
_No me voy, no, que subiendo la escalera estoy! ¡María, dame la asadura que me quitaste de mi sepultura!
¡Ay madre! ¿Quién será?
-Calla, hija, que ya se irá
(Decía la madre. )
- ¡No me voy, no, que entrando en la alcoba estoy!
- ¡María, dame la asadura dura que me quitaste de mi sepultura!
-¡Ay madre! ¿Quién será?
-Calla, hija, que ya se irá..
Aquí a la altura del cuento, temblábamos de miedo 🤦🏼♀️
-¡No me voy, no, que agarrándote de los pelos estoyyyyyy!!!
Ahhhh!!! ESTO SI QUE DABA MIEDO, TE DEJABA A TU LIBRE IMAGINACIÓN CREAR LAS ESCENAS NARRADAS.
Recuerdo que me imaginaba subiendo las escaleras a la muerta, hasta la habitación que compartía con mi hermana, y me entraba pavor, ahora veo que en el fondo me gustaban aquellos cuentos macabros, y las palabras que me decía mi madre, para que se me quitara el miedo.
_: Hija hay que tener miedo a los vivos, los muertos no hacen nada.
Y colorín colorado, está historia se ha acabado.
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