Encontré este escrito, lo copié y lo pegué a mi blogs por que merece la pena que sea leído.
Ahora que en estos días todo es correr, que no tenemos tiempo para cosas a las que no damos importancia o a las que la tienen no nos paramos para pensarlo, esto me la llegado al alma, por que sin saberlo el autor parece haberlo escrito para cada una de nosotras que cada día nos levantamos temprano, hacemos como autómatas las tareas del hogar, cojemos el coche para el trabajo, allí procuramos rendir, hacer nuestro cometido , todo tiene que ser perfecto, luego en la hora y media de la comida correr hacia la casa poner la mesa, precalentar la comida hecha la noche anterior mientras hacíamos la cena y poníamos la lavadora, recoger rápido y volver al trabajo para completar la jornada laboral, después cojer el coche para hacer esos kilómetros diarios (34) para ir y los mismos para volver, la visita relámpago a mis padres ese beso fugaz entrada y salida, preguntar que tal están y como les ha ido el día, esa espera de su hija cada día en la que cada coche que pasa por la puerta parece que es el de su niña , siempre niña para ellos, la preocupación de si llego un poco más tarde que de costumbre, por el peligro que entraña la carretera, hoy al leer esta carta, me puse en el puesto de mi madre por que yo también tengo una hija y le diré lo mismo que mi madre me dice, exactamente lo que pone en esta carta....
Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme mi querida hija...
Si cuando hablo contigo, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste”, solamente escúchame por favor...
Y recuerda los tiempos en que tú eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida...
Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña...
Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada...
Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente... vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida...
El día que notes que me estoy volviendo vieja, por favor mi querida hija, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de entenderme...
Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar... y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante... Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches...
Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos...
Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor...
Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré...
Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija...