Así, pasaron casi tres años, hasta que un día, Ana descubrió que
estaba embarazada, pusieron medios para que esto no ocurriera , pero la
naturaleza sigue su camino y por mas que nos empeñemos es esquivar un
destino al final vamos a él.
Los primeros meses fueron horribles,
vómitos, mareos, faltaba horas a su trabajo, las ojeras le denotaban que algo
en su organismo no iba bien...
Rafael se quedo mirándola, justo cuando improvisadamente ella acariciaba su barriga y le dijo.
_¿ Que te pasa Ana ?
Se sobresaltó al tiempo que dijo.
_Nada Don Rafael.
_No es que me importe pero dime ¿ de quien es el hijo que esperas?
Ella se puso roja como la grana, no entendía como había averiguado la verdad, seguro que la observaba mas de lo que creía.
Comenzó a hablar .
_Niña
de sobra sabes que puedo ser tu padre, que lo que dicen en el pueblo es
cierto, soy mutilado, no podría hacerte nada aunque quisiera, en estos
años me he ido enamorando de ti, eres buena y se que tienes un secreto a
voces, yo podría acallarlo, cásate conmigo y nada te faltará a ti y a
esa criatura que llevas, dentro de nada se te notará y seguro que ese
desvergonzado te ha dejado tirada cuando le hayas dicho que esperas un
hijo.
Ella comenzó a llorar, el se acerco y la acarició, de pronto
vio una luz de salida a su situación, le mentiría a Don Rafael ,le
diría que un mozo la había embaucado, engañado y se había marchado del
pueblo.
Le escuchaba atentamente mientras le acariciaba las manos y ella se dejaba.
_No
le digo nada a su proposición, déjeme que me lo piense no por mi, sino
por usted, no puedo dejarle caer el peso de mi desdichada actuación.
Estaba
deseando llagar a casa, contarle a su madre y a Juan lo que le había
propuesto Don Rafael, Juan puso el grito en el cielo, por nada del mundo
dejaría que nadie se hiciera cargo de un hijo suyo y mucho menos de su
novia, a su madre no le pareció descabellada la idea, trató de convencer
a Juan de que era lo mejor para los dos, en la situación en que se
encontraba en busca y captura no encontraba otra solución y poco a poco
fue cediendo, entre los tres, empezaron a armar aquel complicado puzle.
Su madre fue a hablar con Don Rafael.
_Don
Rafael déjeme decirle que me causa mucha vergüenza esta situación, mi
hija me ha contado su proposición, ella me ha pedido que hable con
usted, dígame que es lo que se propone con ella.
_Veras Juana, yo
no quiero hacer infeliz a su hija ni quiero saber la historia de su
embarazo, solo se que la quiero, que no voy a poder cumplir como hombre
con ella, pero ella me va a dar a mi lo que siempre he querido, una
familia un hijo y yo a ella, un apellido a esa criatura y una comodidad
para ella de por vida, por mis años no creo que dure mucho y se quedaría
bien situada a cambio de yo poder hacer un sueño realidad.
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