Rodi Aragón, continúa con la saga de la familia, que desde el siglo 19 ha perdurado a través de tres siglos, casi nada.
Éste piloto de aviones, colgó su traje, para convertirse en payaso, y con mucho orgullo ha lucido el traje que era de su padre Fofó.
Hemos coreado mi nieta y yo todas las canciones que ya de niña cantaba y que la generación del siglo XXI, las siguen cantando
No perdía detalle de todo cuanto a escasos metros ocurría en la pista. Y su cara de asombro.
Espadas que atravesaban cajas donde había una linda muchacha, que desaparecía y luego volvía a aparecer.
Malabarista que hacía las delicias de los más pequeños y no tan pequeños.
Todos ellos han hecho las delicias de todos los que estábamos allí presentes, con todas las medidas de seguridad, debido al covid.
Me ha gustado mucho, y más porque no había animales enjaulados, era todo fantasía, ilusión y mucho cariño hacia los allí presentes, por parte de todos los artistas, ha participado el público, en la pista, nos habéis hecho soñar.
Hasta siempre circo.
Gracias a la familia Arangón, por hacer soñar a los niños, hacerles cantar sus canciones, y que siga así, vivo para las generaciones venideras.